La firma hotelera con sede en Palma de Mallorca Grupo Barceló, que junto a un grupo de empresarios locales se adjudicó la gestión del Hotel Royal Hideaway Canfranc, ubicado en la antigua estación del Pirineo oscense, ha seleccionado a la guipuzcoana Onnera Contract, líder en soluciones de gastronomía y lavandería en España, para equipar la instalación, que prevé tener operativa en el mes de diciembre, coincidiendo con el comienzo de la temporada de esquí.
En concreto, como explica Ramón Gómez, director corporativo de Onnera, la entidad se encargará, desde su planta de Huesca, en la que fabrica muebles a medida, del desarrollo de las cocinas, buffets, bares y áreas de restauración y lavandería del edificio. “Es un proyecto importante para nosotros porque será la obra más emblemática del año de España en el mundo hotelero”, asegura, al tratarse de la rehabilitación de una estación de trenes histórica para su conversión en un hotel de 104 habitaciones (cuatro de ellas suites de lujo).
Onnera equipará “todo lo que tiene que ver con el apartado de Food & Beberage (Alimentación y Bebidas) de este hotel de cinco estrellas de lujo; es decir, toda la zona baja de la infraestructura que abarca los servicios que ofrece el hotel en este ámbito”, y que puede llegar a suponer hasta un 30% de los ingresos de este tipo de negocio.

Para ello, la firma instalará todo el mobiliario y las máquinas de la cocina principal (inducciones, hornos, abatidores, salamandras, sistema de extracción de humos, lavavajillas, etc.) y de la cocina de apoyo para el servicio de habitaciones, “tanto con Fagor como con proveedores locales”; y equipará la zona de buffet, que contará con un espacio de ‘showcooking’; la zona de lobby bar ‘après ski’, acorde con su temática de los años 20; la zona de piano bar, que tendrá una barra coctelera; el restaurante exterior, que consistirá en dos antiguos vagones de tren, y el apartado de lavandería (lavadoras y secadoras) del hotel.
Gómez, que incide en “la importancia de que una empresa vasca vaya a poder hacer este proyecto”, destaca el valor simbólico del mismo por encima del aspecto económico que “rondará el millón de euros”.