AVS pone en órbita LUR-1, el primer satélite íntegramente diseñado y desarrollado en Euskadi

LUR-1 ha sido lanzado al Espacio desde California a bordo del cohete Falcon 9 de Space X y sirve para captar imágenes de alta resolución de la Tierra

El lanzamiento se ha producido desde la Base Espacial Vandenberg de la Fuerza Área de Estados Unidos. Foto: AVS

La compañía alavesa AVS (Added Value Solutions) pone en órbita a LUR-1, el primer satélite diseñado y desarrollado íntegramente en Euskadi, concretamente en las instalaciones de la empresa en el Parque Tecnológico de Álava. Este hito empresarial, que coincide además con su 18º aniversario, ha requerido de tres años de intensa actividad científica y tecnológica, además de una inversión de 8 millones de euros.
Este primer satélite íntegramente 'Made in Basque Country’ no solo sitúa a Euskadi a la vanguardia de la carrera espacial (este sector genera cada año genera unos 800 millones de euros en el País Vasco, emplea a unos 5.000 profesionales y supone un 5,7% del PIB vasco), sino que consolida a AVS definitivamente como proveedor de plataformas satelitales además de misiones completas.
Para materializar el viaje al Espacio, el satélite ha embarcado en el cohete Falcon 9 de la compañía Space X, fundada por el empresario Elon Musk. El lanzamiento ha tenido lugar desde la base de la Fuerza Espacial de Estados Unidos en Vandenberg (California). Minutos después del lanzamiento se ha producido la separación del cohete y el satélite. Concluida esta fase, orbita a una distancia de unos 515 kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
LUR-1 ha sido concebido como un microsatélite de 57 kilos que incorpora antenas de diversas bandas (UHF, S y X), un brazo desplegable y paneles solares. Además, cuenta con una cámara multiespectral de siete bandas en visible e infrarrojo cercano con una resolución GSD de 1,5 mts (Ground Sample System – Sistema de Muestreo Terrestre) y también un experimento de Comunicaciones Cuánticas QKD, desarrollado íntegramente por AVS. Este receptor cuántico pretende demostrar que es posible enviar fotones polarizados y recibirlos en el propio satélite, “algo determinante para conseguir comunicaciones seguras ‘QKD’, imposibles de ser ciberatacadas”, sostienen en la compañía.

Un satélite desorbitable
En su diseño y fabricación se han invertido más de mil días de trabajo de intensa innovación cienIfica y espacial y 8 millones de euros, de los que el 40% proceden de fondos públicos. El satélite, que orbitará la Tierra a una velocidad de 7 kilómetros por segundo, ha sido diseñado para tener una vida útil de cinco años. Cumplido este plazo, será capturado de su órbita espacial para su posterior reentrada a la atmósfera, donde se desintegrará. “Será el primero de estas características en Europa”, señalan en AVS.
Todo este desarrollo tecnológico ha sido concebido para la captura de imágenes de alta definición de la Tierra, si bien, en principio el foco de la misión está puesto en la geograia del País Vasco, para contemplar la evolución del litoral, analizar controles de plagas y ríos o gestionar la distribución de cultivos, entre otros. El caudal informativo que generen sus imágenes servirá a sus potenciales clientes (instituciones y centros de investigación de todo el país, así como clientes comerciales de todo el mundo).
La misión que ha dado lugar al primer satélite íntegramente 'Made in Basque Country’ no solo sitúa a Euskadi en la vanguardia de la carrera espacial, sino que consolida a AVS definitivamente como proveedor de plataformas satelitales, así como de misiones completas. Si hasta la fecha la empresa había trabajado como proveedor de sistemas o componentes críticos para grandes misiones espaciales, con la puesta en órbita del LUR-1 ha conseguido liderar una misión íntegra. Es decir, ahora idea el proyecto, lo fabrica y lo testa, y, además, una vez lanzado al Espacio, es también quien lo controla desde Tierra, recibe los datos que envíe el satélite y los procesa. “Es un salto cualitativo extraordinario para AVS”, destacan en la compañía.
Sostenibilidad El satélite LUR-1 lleva incorporado el dispositivo MICE, desarrollado también por la compañía alavesa para la ESA (Agencia Espacial Europea). MICE es el dispositivo que irá instalado en todos los satélites del programa Copernicus en preparación de su desorbitación en el caso de que dejaran de funcionar o para su uso al final de su vida útil. La ESA está promoviendo el desarrollo de estas tecnologías en el marco de su programa Zero Debris 2030. Esto ha convertido a LUR-1 en el primer satélite europeo que pondrá en órbita esta tecnología. Al final de la vida útil del satélite vasco, éste se convertirá en un target para la futura misión CAT IOD, de la ESA, donde se demostrará la posibilidad de deshacernos de la basura espacial para conseguir un espacio más sostenible.

18º aniversario de AVS
Este hito para la compañía alavesa coincide además con su 18º aniversario. La compañía se fundó en 2006 en la localidad guipuzcoana de Éibar, trasladándose posteriormente a Elgóibar. Además de la sede guipuzcoana, cuenta con implantación en el Parque Tecnológico de Álava, Sevilla, Tenerife y filiales en el Reino Unido, Francia y Estados Unidos. En total, su plantilla asciende a más de 200 personas. AVS es hoy, por derecho pleno, uno de los grandes actores del llamado New Space, codeándose en los proyectos impulsados por la NASA o la Agencia Espacial Europea.
Su propósito con LUR-1 es probar en el Espacio su capacidad para dar el salto a misiones más ambiciosas, interplanetarias, que permitan explorar las características de la Luna o de Marte desde un satélite vasco. “LUR-1 es una demostración en órbita, pues nadie te va a comprar un satélite sin demostrar que tu plataforma funciona”, concluyen en la compañía.

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