Artium presenta la muestra ‘Un sitio para pensar’
- Estrategia Empresarial
- 02-Febrero-2022
Rafael Balerdi con alumnos, delante de Gran Jardin, en el aula de la Esuela de Andoain, 1973.
El Museo Artium, Museo de Arte Contemporáneo del País Vasco, acaba de inaugurar ‘Un sitio para pensar. Escuelas y prácticas educativas experimentales de arte en el País Vasco, 1957-1979’, una muestra estructurada en 19 casos de estudio que analizan otros tantos proyectos desarrollados en ese período caracterizados por su vocación educativa y su voluntad de crear espacios para la investigación y el encuentro en el contexto del arte.
La nueva exposición, comisariada por Mikel Onandia, Rocío Robles Tardío y Sergio Rubira, está vinculado a otros proyectos desarrollados por Artium Museoa que vinculan arte y pedagogía, como la muestra de Antonio Ballester Moreno celebrada en 2021 o el programa de estudios JAI. Está organizada además con la colaboración de la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza que, a finales de mes, presentó un nuevo caso de estudio, ‘Un ojo transitivo. El proyecto del Cine Club Irún’.
Así, recupera y reúne una serie de proyectos con vocación educativa, ya sean de naturaleza colectiva o individual, desarrollados entre 1957 y 1979, que comparten el mismo argumento de necesidad apuntado por Oteiza. Los debates entre abstracción y figuración, la defensa de la integración de las artes, la urgencia de renovación de la enseñanza artística o la consideración de la función social del arte, donde el niño y la niña como sujetos y destinatarios reciben una atención especial.
Iniciativas educativas
El arco cronológico estudiado se abre en un año en el que confluyen diversas iniciativas y programas dentro y fuera del País Vasco, y con el momento en el que Jorge Oteiza abandona su proceso de experimentación escultórico para centrarse en el papel social y político del artista. Entre ambas fechas se presenta un conjunto de propuestas heterogéneas, desarrolladas en unos años marcados por procesos de renovación y reconstrucción de la sociedad vasca y cuyo denominador común es el no secundar una educación reglada u oficial, señalando que cada “sitio para pensar’ se convertía en una posibilidad.
La nueva exposición, comisariada por Mikel Onandia, Rocío Robles Tardío y Sergio Rubira, está vinculado a otros proyectos desarrollados por Artium Museoa que vinculan arte y pedagogía, como la muestra de Antonio Ballester Moreno celebrada en 2021 o el programa de estudios JAI. Está organizada además con la colaboración de la Fundación Museo Jorge Oteiza de Alzuza que, a finales de mes, presentó un nuevo caso de estudio, ‘Un ojo transitivo. El proyecto del Cine Club Irún’.
Así, recupera y reúne una serie de proyectos con vocación educativa, ya sean de naturaleza colectiva o individual, desarrollados entre 1957 y 1979, que comparten el mismo argumento de necesidad apuntado por Oteiza. Los debates entre abstracción y figuración, la defensa de la integración de las artes, la urgencia de renovación de la enseñanza artística o la consideración de la función social del arte, donde el niño y la niña como sujetos y destinatarios reciben una atención especial.
Iniciativas educativas
El arco cronológico estudiado se abre en un año en el que confluyen diversas iniciativas y programas dentro y fuera del País Vasco, y con el momento en el que Jorge Oteiza abandona su proceso de experimentación escultórico para centrarse en el papel social y político del artista. Entre ambas fechas se presenta un conjunto de propuestas heterogéneas, desarrolladas en unos años marcados por procesos de renovación y reconstrucción de la sociedad vasca y cuyo denominador común es el no secundar una educación reglada u oficial, señalando que cada “sitio para pensar’ se convertía en una posibilidad.