Amets Power Electronics, así se denomina la joint-venture formada al 50% por Arteche, fabricante vizcaíno del sector eléctrico, y el grupo cooperativo Mondragon, que cuenta con el apoyo del centro tecnológico Ikerlan. La nueva compañía, centrada en el desarrollo de soluciones innovadoras en electrónica de potencia, un ámbito en franca expansión en el mundo, confía en lanzar sus primeros productos en dos años. Pello Rodríguez Zabaleta, presidente del Consejo General de la entidad cooperativista, y Alexander Artetxe, CEO y presidente de Arteche, han presentado esta mañana la  iniciativa en el Palacio Euskalduna de Bilbao. “Arrancamos con un sueño compartido”, resumió Artetxe, mientras que Rodríguez Zabaleta no dudó en mostrar su “satisfacción” por el nacimiento de Amets.
Amets, cuya inversión inicial será de cinco millones de euros –compartida a medias por Arteche y Grupo Mondragon- aspira a convertirse en un referente en sistemas eléctricos más eficientes, flexibles y sostenibles. La compañía prevé arrancar con su actividad industrial con el desarrollo tecnológico de soluciones basadas en tecnologías de electrónica de potencia orientadas a aplicaciones de redes eléctricas, energías renovables e industrias pesadas. La nueva compañía, que engarza a la perfección con lo estipulado en el Plan Estratégico 2024-2026 de Arteche, se apoya en un modelo de colaboración que sitúa el mercado, la tecnología y la fabricación industrial como pilares de un triángulo estratégico que busca maximizar la innovación y el impacto en la cadena de valor energética.
Tildado por Artetxe de “oportunidad para explorar nuevas fronteras tecnológicas y abrir caminos hacia un futuro en el que sigamos a la vanguardia del sector de la energía, ofreciendo soluciones que hagan frente a los retos de la sociedad”, lo cierto es que la recién nacida compañía pasará alrededor de dos años de una primera fase de diseño y desarrollo de soluciones en electrónica de potencia que se llevará a cabo en estrecha colaboración entre los equipos técnicos de Ikerlan y Arteche antes de encarar una segunda en la que sus soluciones de electrónica de potencia saldrán al mercado. Las razones esgrimidas desde la firma de Mungia son claras: “Estamos inmersos en un momento en el que necesitamos de un sistema eléctrico flexible, estable, sostenible y fiable”, aseguró el CEO de Arteche. Y, precisamente, para colaborar en ese proceso ha nacido Amets.

Mercados potenciales
Amets, proyecto que ha sido larvado durante el último año, confía en llegar a mercados del mundo que ponen sus miras a las energías renovables. Entre los países a los que confía llegar se encuentran España, Australia, Brasil, México o Estados Unidos, zonas en las que ya está presente Arteche. Así, “uniendo las capacidades y las tecnologías industriales” de ambos socios, surge un “proyecto de futuro” en el que se forma un “triángulo estratégico” que busca maximizar la innovación y el impacto en la cadena de valor energética  mediante la “colaboración, la tecnología y la fabricación industrial como pilares”.
La operación nace con un enfoque industrial y tecnológico que suma valor inmediato al negocio de Arteche, ampliando su capacidad para ofrecer soluciones completas en electrónica de potencia enfocadas a la estabilidad de la red, desde el control avanzado hasta la conversión y mitigación de armónicos. Esto refuerza la propuesta tecnológica de la empresa de Mungia ante sus clientes, mientras acelera la construcción de una plataforma capaz de liderar en el mercado global. En lo que respecta a su socio en Amets, Mondragon cumple con lo establecido en su plan estratégico 2025-2028, una hora de ruta en la que se propone “alcanzar posiciones de liderazgo, mejorando sus niveles de competitividad, colaboración y adaptación para ser un agente clave de transformación social”.