El Departamento de Infraestructuras Viarias y Movilidad de la Diputación Foral de Álava invertirá el próximo año 22 millones de euros para “modernizar y reforzar la seguridad” de las carreteras alavesas mediante la ejecución de proyectos como el desdoblamiento de la N-124 entre Armiñón y Berantevilla, y el acondicionamiento de la A-2128 entre San Vicente de Arana y Santa Cruz de Campezo. Así lo anunció en Juntas Generales la diputada foral, Blanca de la Peña
La responsable foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad añadió que el proyecto de presupuestos de su departamento para 2022 concreta en partidas económicas las prioridades de la legislatura: “la mejora de la seguridad en las carreteras alavesas y el impulso de la movilidad sostenible”. Por ello subrayó el esfuerzo inversor que suponen los citados 22 millones de euros, que son un 18% más que en las cuentas de 2021.

Entre los proyectos más destacados en lo que se refiere a las inversiones en las carreteras del territorio cabe señalar el inicio de las obras para desdoblar la N-124 entre Armiñón y Berantevilla (5,5 millones de euros); el acondicionamiento de la A-3302 a la altura de Estarrona (750.000 euros) y la mejora de la carretera A-2128 entre San Vicente de Arana y Santa Cruz de Campezo. También se abordarán en 2022 la conclusión de las obras de la carretera A-625 entre los polígonos industriales de Amurrio y Orduña (2,8 millones de euros); las travesías de Moreda de Álava y Miñano Menor (1,7 millones de euros); la mejora de los accesos en el entorno de la ikastola Olabide (304.414 euros) y la ampliación del cruce de Ubide (100.000 euros), así como el desarrollo del Plan de Acción contra el Ruido (1,4 millones de euros).
El programa se completa con 4,85 millones de euros para la renovación y mejora de los firmes de la Red Foral de Carreteras, un 12,1% más que lo consignado en los presupuestos de este año.