Air France KLM lleva años luchando contra el cambio climático, apostando por un turismo más sostenible y favoreciendo el cuidado del medio ambiente. Como pioneros en el uso de biocombustible, utiliza aviones más eficaces, trabajando con proveedores locales y colaborando en la reforestación en zonas necesitadas. Así, durante 14 años consecutivos Air France KLM ha ocupado los primeros puestos del transporte aéreo en el ‘Dow Jones Sustainability Index’ (DJSI), 12 de ellos ocupando el primer puesto.
Entre otras actuaciones, en España, KLM lanzó el año pasado la campaña ‘Un billete, un árbol’ donde los clientes que adquirieron un billete a través de la página web, contribuyeron a un proyecto de reforestación en el Estado, gracias al cual se han plantado 7.150 árboles en diversos parques españoles. Por su parte, Air France ha lanzado el programa ‘Trip and Tree’, que permite a los clientes donar la cantidad que deseen para financiar uno de los proyectos de plantación de árboles en Togo, Madagascar, Bali y Francia al comprar un billete en la web.
Además, en 2011 KLM fue la primera aerolínea en utilizar biocombustible para vuelos comerciales entre Ámsterdam y París. Los vuelos con biocombustible reducen las emisiones de carbono hasta un 80%, ejerciendo un mínimo impacto sobre la biodiversidad. Actualmente realiza las rutas Ámsterdam-Los Ángeles y Ámsterdam-Växjö (Suecia), con biocombustible. El grupo Air France KLM invierte de forma continua en una flota más moderna y eficiente. Actualmente cuenta con 19 nuevos Boeing 787 Dreamliners, más ligeros y menos ruidosos (-40%), con un consumo de un 20% menos de combustible que un avión de tamaño similar. Con estas iniciativas se acerca al objetivo de reducir las emisiones de carbono en un 20% por pasajero para 2020.
Además, Air France KLM ofrece a sus clientes la posibilidad de compensar las emisiones de CO2, con el nuevo programa CO2ZERO. Y ya en 2010 recicló 90.000 kilos de antiguos uniformes de la plantilla y los convirtió en material para la moqueta de nuevos aviones o utilizó antiguos chalecos salvavidas para fabricar bolsas de aseo.