En un contexto de incertidumbre y tensiones geopolíticas, la empresa vasca se enfrenta a desafíos no conocidos. A pesar de tener muchas virtudes y capacidad de adaptación, todavía hoy, uno de los principales retos sigue siendo el fortalecimiento de su estructura económico-financiera. Nuestras empresas son, en muchos casos, proyectos ‘best in class’ en sus respectivas áreas. Grandes competidores a pesar de ser en su mayoría pymes. Son resilientes. Para fortalecer esta característica y acompañarlas en su sostenibilidad, es necesario dotar a estas empresas de herramientas financieras actualizadas que estén a la altura de los avances tecnológicos