Llevo leídos un montón de artículos sobre ‘esta crisis’ y solo he encontrado un par que, de pasada, planteen las cosas como son: que la situación a la que hemos llegado no empieza cuando en China se detectan unos cuantos casos de neumonía atípica en la región de Huey, sino en el otoño de 2018. Ya se ha olvidado –o es conveniente no recordar– que desde otoño de 2018 las previsiones e informes de los organismos internacionales apuntaban que las cosas no estaban yendo bien; de hecho, informe tras informe las cifras apuntaban a peor. ¿Por qué? Pues porque se estaba agotando el efecto anfetas, el efecto de dopaje que las monstruosas inyecciones