Para el Puerto de Bilbao, 2022 ha sido el año de inicio de la recuperación y un ejercicio clave para fijar las bases del centro logístico industrial que queremos ser, adaptado a la demanda de nuestro hinterland y comprometido con nuestro entorno. Por un lado, los tráficos crecen más de un 5%, superior a la media del conjunto de los puertos de interés general (+3%). Aún no alcanzamos los datos prepandemia pero, tras el convenio de estiba firmado para los próximos seis años, las inversiones en marcha y los proyectos tanto públicos como privados, estamos en el rumbo correcto para impulsar ese crecimiento. Las toneladas movidas es un indicador i
2020 ha sido un año pésimo, sin paliativos, con una crisis sanitaria sin precedentes que nos ha abocado a una crisis económica complicada. Al Puerto de Bilbao, además, se le sumó una huelga de estiba muy dura, inoportuna por la situación que atravesábamos e ilógica por los motivos de la misma, que ha derivado en pérdida de clientes, de tráficos y, lo más difícil de recuperar, de confianza. Todo ello ha hecho que cerremos en números negativos una buena parte de las empresas que trabajamos en el puerto y con el puerto. En la otra cara de la moneda están las inversiones anunciadas para los próximos cuatro años, con 206,5 millones de euros de i