Tras el colapso de 2020, con una contracción del PIB vasco del 10,5%, a partir del segundo trimestre de 2021 comenzó una recuperación apoyada principalmente en tres factores. Primero, la mejora del consumo y del turismo; en particular, del nacional, a medida que los avances en la vacunación permitían relajar las restricciones a la movilidad y a la actividad. Segundo, un aumento de las exportaciones de bienes, impulsadas por la demanda mundial y, en particular, de los países europeos. Y tercero, una aceleración de la inversión, favorecida por la mejora de la confianza y a las expectativas de inversión pública. Parecía, por tanto, que la gale