El año 2015 fue positivo para los mercados financieros en los países desarrollados. La renta variable Europea (EuroStoxx 50) y Americana (S&P 500) subieron respectivamente un 5,5% y un 11,11%. La renta variable de los mercados emergentes cayó un 4,91% (todas las rentabilidades calculadas en euros e incluyendo los dividendos). Estas rentabilidades positivas sufrieron una volatilidad muy elevada, suponiendo que el inversor que invirtió en renta variable Europea en máximo del 2015 y salió en el momento más bajo del mismo año, haya sufrido una pérdida del 22%. Los principales factores de riesgo del 2015 fueron la situación política Griega, y