El fraude corporativo va en aumento. Auspiciado por el actual entorno económico, la presión por resultados, el ánimo de lucro personal y las debilidades en el entorno de control, parece innegable que estas malas prácticas, que vienen copando la actualidad informativa en los últimos tiempos, demandan una respuesta contundente. En este contexto, la reciente reforma del Código Penal impone a las empresas una serie de exigencias en materia de prevención de delitos, a través de lo que se conoce como programas de cumplimiento normativo o ‘compliance programs’. Tradicionalmente, la legislación española establecía que, en los casos de comisión de u