La empresa inteligente es hoy una realidad. Hablamos de una organización ágil, sensorizada y conectada a través de redes que generan millones de datos, que ha abordado su transformación digital al ritmo que exige la cuarta revolución industrial en la que estamos inmersos. Las tecnologías que hacen posible esta transformación nos rodean ya en todos los ámbitos, no solo empresariales: big data y analytics, internet de las cosas, inteligencia artificial, realidad aumentada, cloud computing, fabricación aditiva… Ante esta realidad, aquella compañía que no se transforme y automatice sus procesos quedará rezagada. Si atendemos a los factores que
