“En 1993 había en España muy pocos palacios de congresos: Madrid, Barcelona, Costa del Sol y poco más; en Euskadi existía el Palacio Europa de Vitoria y el recinto ferial en Bilbao. Han sido precisamente estos 25 años los del desarrollo de este sector de actividad. Las claves del desarrollismo han sido una demanda creciente de eventos tanto del ámbito congresual como corporativo unido a la necesidad u oportunidad de que los ciudadanos tuvieran una adecuada infraestructura de índole cultural. Subrayo este elemento último porque si miramos a EE.UU. o Asia, el concepto de palacio de congresos no tiene nada que ver con el europeo; son puros rec
El futuro pasa por la aplicación de la innovación tecnológica, que lleva a la digitalización de los palacios a través de nuevos sistemas de comunicación que se concretan en nuevas fórmulas para conectar con clientes, integrar a proveedores o interactuar con usuarios (webs, apps, redes sociales…) o nuevas soluciones audiovisuales que dotan de versatilidad a los espacios (realidad aumentada…). Es obligada la sostenibilidad, que en nuestro ámbito se traduce en autosuficiencia energética, gestión de residuos o slow food. Por último, el futuro es, sin duda, versatilidad y polivalencia de los espacios.