Habitualmente, definimos la nueva frontera del conocimiento como todo lo relacionado con el desarrollo de la inteligencia artificial y las nuevas posibilidades que ofrecen los sistemas de supercomputación. Sin embargo, existe una gran descompensación entre los esfuerzos dedicados a la aplicación de estas herramientas para el abordaje de problemas técnicos y desarrollos comerciales y las posibilidades que ofrecen para abordar retos sociales complejos (transición socio-ecológica, transformación del sistema de cuidados, lucha contra la desigualdad, etc.). Un buen ejemplo de esta desconexión es la inversión en “gemelos digitales”. El Barcelona S