La gestión patrimonial en el año 2017 viene marcada por notorias contradicciones. En primer lugar, resulta sorprendente la calma que se respira en las bolsas mientras que, la incertidumbre política alcanza máximos históricos. Al mismo tiempo, en las carteras, resulta chocante comprobar cómo los componentes más seguros, todos aquellos en los que predomina la renta fija, muestran rentabilidades negativas siendo los más arriesgados los que tiran del carro. Por último, entre los inversores, nunca nos dejará de sorprender cómo aquellos que no querían exponer sus patrimonios a los activos más arriesgados hace unos años a precios mucho más bajos,