Iñigo Urkullu fue designado lehendakari de la undécima Legislatura, gracias a los 37 votos de los parlamentarios del PNV (28) y del PSE-EE (9), después del acuerdo de coalición cerrado entre ambos partidos, con el empleo, la economía, la normalización y el autogobierno como ejes.

El acuerdo de coalición cerrado entre el PNV y el PSE-EE ha permitido a Iñigo Urkullu repetir como lehendakari del Gobierno vasco. El jueves 24 de noviembre, en la segunda votación y por mayoría simple, el Parlamento vasco le invistió como lehendakari de la XI Legislatura. En la misma sesión, Maddalen Iriarte, de EH Bildu, que también había presentado su candidatura recabó únicamente el apoyo de los 18 representantes de su grupo
Urkullu, en su primer discurso como lehendakari puso en valor “con toda humildad” que el “diálogo y el acuerdo van a ser imprescindibles” durante los cuatro años en los que dirigirá un Ejecutivo en minoría. En este sentido, tendió la mano a los partidos de la oposición para “unir fuerzas al servicio de Euskadi”. Hizo hincapié en la necesidad de acordar durante esta legislatura y se comprometió a “cumplir fielmente” el programa de gobierno pactado con el PSE-EE.

Tras ser elegido lehendakari, y una vez comunicada la designación al rey, Urkullu juró su cargo el 26 de noviembre en la Casa de Juntas de Gernika, con el mismo texto que el utilizado hace 80 años por José Antonio Agirre.
80 páginas de acuerdo
El acuerdo entre PNV y PSE-EE se explicita en un documento de 80 páginas, que fija sus prioridades en cuatro áreas: el empleo, la reactivación y la sostenibilidad; el desarrollo humano, la integración social, la igualdad y los servicios públicos de calidad; la convivencia y los derechos humanos; y más y mejor autogobierno. En el primer ámbito, los dos partidos se comprometen a “aprobar, en el primer semestre de 2017, un Programa Marco de Empleo y Reactivación Económica con el objetivo de reducir las tasas de paro por debajo del 10% al final de la presente legislatura”.
Además, desarrollarán el Plan Estratégico de Industrialización ‘Basque Industry 4.0’ que apuesta por la innovación, el liderazgo en la fabricación inteligente y la incorporación de los servicios avanzados a la industria, “con el objetivo de que el sector industrial llegue a suponer el 25% del PIB vasco”.
Asimismo, entre otros puntos, avanzan que se reformará y modernizará Lanbide; reclamarán la gestión de las políticas pasivas de empleo y del régimen económico de la Seguridad Social; compromiso de crecimiento anual del 5% del presupuesto público, durante al menos un ciclo de cinco años, destinado a I+D+i, con el objetivo de evolucionar hacia el 3% de inversión público-privada sobre el PIB en I+D+i y acuerdan que desarrollarán 100 proyectos estratégicos de investigación.