“En el marco de armonización fiscal europeo, vamos a evaluar el actual sistema fiscal el próximo año y proceder a su actualización en función del equilibrio de sus dos objetivos: mantener la competitividad y garantizar la estabilidad de las políticas sociales”. 
Así lo anunció el lehendakari, Iñigo Urkullu, en el Foro Expectativas Económicas, subrayando que “esta también es una gran oportunidad: un modelo fiscal que mantenga nuestros altos estándares reputacionales internacionales y suponga un atractivo añadido para la inversión y la captación de nuevos proyectos tractores”.
En su intervención ante una amplia representación institucional y empresarial, Urkullu que hizo un repaso de la actual situación económica y de las dificultades y retos a los que se enfrenta Euskadi, en un marco general “que sigue siendo de incertidumbre y preocupación”.
Ante este escenario “plagado de amenazas y retos”, el lehendakari abogó por aprovechar las fortalezas de Euskadi y adaptarse a los cambios “con más rapidez y eficiencia que los demás”.
Según explicó, estas fortalezas son: estabilidad institucional y presupuestaria; investigación e innovación; apuesta por la eficiencia energética, las nuevas fuentes de energía y la economía circular; solidez de la reactivación económica e industrial y del mercado laboral; y sociedad solidaria y socialmente equilibrada. 
Además, se hizo eco de las previsiones de la Comisión Europea que apuntan a que la mayoría de los Estados miembro podrían entrar en recesión técnica en la primera mitad de 2023, lo que –según explicó el lehendakari– repercutirá en la economía vasca, que, a pesar de todo, podría crecer un 2%.