Una maquinaria normativa bien engrasada para medir la RSC

Entidades como ENAC, UNE o Aenor ayudan a las compañías a cumplir con las exigencias derivadas del nuevo Pacto Mundial

Imagen de la última asamblea presencial de UNE, una entidad que ayuda a las empresas a conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En los últimos años ha aumentado progresivamente la relación de guías, estándares e instrumentos normativos, nacionales e internacionales, para medir e informar sobre el desempeño de las empresas y otras organizaciones en materia de responsabilidad social y sostenibilidad (RSC). Existen varias normas que abordan la RSC para que las empresas avancen en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que guían al planeta hacia un futuro mejor. En el ámbito estatal, la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) se ha consolidado como herramienta al servicio de la empresa para la consecución de las metas de crecimiento económico, innovación, transparencia e internacionalización de los mercados de los 17 ODS.
Según Naciones Unidas, las empresas son un agente clave para la consecución de los ODS, tanto a escala local como internacional. El Pacto Mundial, en el quinto aniversario del establecimiento de los ODS, instaba, en este sentido, a la acción empresarial para que acrediten su transparencia en la gestión, a través, por ejemplo, de las certificaciones y las memorias GRI.
Destaca también el protagonismo de la Asociación Española de Normalización (UNE) que ofrece uno de los catálogos más completos a nivel mundial de normas en materia de RSC, entre las que destacan la UNE 19602 de buen gobierno o la especificación UNE 0061 Industria 4.0.
Uno de los estándares mejor valorados es el modelo SA 8000, que se centra especialmente en todas aquellas actitudes y gestiones relacionadas con las condiciones de trabajo de la empresa, en materia de seguridad, salud, higiene, prevención del trabajo infantil y forzado, así como evitar cualquier forma de discriminación y garantizar los derechos sindicales, horarios y remuneraciones adecuadas. En definitiva, permite demostrar la existencia de unas condiciones de trabajo humanitarias, gracias a la correcta gestión y práctica social, que desarrolla la compañía en cuestión.

Las empresas son agentes clave en la consecución

de los ODS, que facilitan el marco para
la recuperación tras la pandemia

A todas estas normativas se suman otras específicas que avalan el compromiso de las distintas compañías con la RSC, como la SGE 21, la primera norma europea que permite implantar, auditar y certificar un sistema de gestión ética y socialmente responsable.
Aenor
Los agentes implicados en la recuperación de la crisis por el covid-19 resaltan, por otro lado, que los ODS proporcionan el marco para la recuperación. En este sentido, Naciones Unidas considera que las empresas son un agente clave para la consecución de estos ODS, por lo que es necesario que los incorporen en su estrategia empresarial. Aenor propone un modelo de certificación cuyo objetivo es cubrir todos los aspectos destacados, generando confianza a terceros y distinguiendo la contribución empresarial a los ODS e identificando los logros concretos.
Recientemente, Aenor, junto a Villafañe & Asociados, ha lanzado la primera certificación del mundo de un índice de Buen Gobierno Corporativo.

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