Una gota más en el océano de la memoria
Petronor edita un libro para reconocer el esfuerzo de resistencia del empresariado vasco ante ETA
- Estrategia Empresarial
- 09-Marzo-2020
En la realización del libro ‘Los empresarios y ETA. Una historia no contada’ han participado profesores universitarios y periodistas (a la izquierda, parte de ellos), entre los que se encuentra Roberto Urkitza, consejero delegado-director de ESTRATEGIA EMPRESARIAL. Debajo, un momento de la presentación de esta publicación, con Juan José Álvarez, Emiliano López Atxurra y José Ignacio Zudaire.
Petronor ha juntado a profesores universitarios y periodistas –Juan José Álvarez, Manu Alvarez, Joseba Arruti, Galo Bilbao, Eva Domaika, María Teresa Franco, Víctor Goñi, Ignacio Marco-Gardoqui, Izaskun Sáez de la Fuente, Alberto Surio y Roberto Urkitza, consejero delegado-director de ESTRATEGIA EMPRESARIAL– para realizar un ‘libro coral’ sobre lo que supuso la actuación de ETA contra el empresariado vasco. Y, fundamentalmente, para reconocer su capacidad de resistencia. Más de 40 años manteniendo sus proyectos y empresas, frente la amenaza terrorista.
“La historia no contada”, como señaló el director de relaciones institucionales y comunicación de Petronor, José Ignacio Zudaire, en su presentación, quien también recordó que la compañía nació en 1968, coincidiendo con el primer atentado de ETA y posteriormente ha vivido ”un periodo de 40 años dramáticos”.
Y para que esta historia no contada comience a ser conocida por toda la ciudadanía, Petronor enviará un ejemplar del libro a cada una de las bibliotecas municipales y se generará una versión web que estará disponible en la red para consulta de cualquier interesado.
En el libro, prologado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, y presentado recientemente en Bilbao, se analiza el contexto histórico y económico, la perspectiva político-filosófica, el impacto económico y social del terrorismo, la extorsión y la invisibilidad del empresariado, lo que supuso de freno a la actividad económica, la especificidad de lo sucedido en Álava, Bizkaia, Gipuzkoa y Navarra, o la actuación de la Ertzaintza.
El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, manifestó que “este libro es un sentido homenaje a personas de carne y hueso que han construido este país a través de la empresa. Comprometidas, no sólo generando desarrollo económico y riqueza industrial, sino también aportando valor al desarrollo cultural a este país”.
El libro viene a recordar el trabajo bien hecho de muchos empresarios que en la soledad de la familia siguieron apostando por sus empresas y no abandonaron nunca este país. Y la consecuencia es que “somos lo que somos porque otros fueron lo que fueron”. Es por ello que Atxurra insistió en el que el libro tiene como objetivo que la memoria no se pierda, que sirva de ejemplo para que las jóvenes generaciones sepan que “si vivimos como vivimos, y tenemos los estándares de bienestar que tenemos, es gracias al esfuerzo de miles de empresarios que en el silencio de la familia han venido trabajando y construyendo este país. Porque sin empresarios no hay futuro”.
El presidente de Petronor, Emiliano López Atxurra, manifestó que “este libro es un sentido homenaje a personas de carne y hueso que han construido este país a través de la empresa. Comprometidas, no sólo generando desarrollo económico y riqueza industrial, sino también aportando valor al desarrollo cultural a este país”.
El libro viene a recordar el trabajo bien hecho de muchos empresarios que en la soledad de la familia siguieron apostando por sus empresas y no abandonaron nunca este país. Y la consecuencia es que “somos lo que somos porque otros fueron lo que fueron”. Es por ello que Atxurra insistió en el que el libro tiene como objetivo que la memoria no se pierda, que sirva de ejemplo para que las jóvenes generaciones sepan que “si vivimos como vivimos, y tenemos los estándares de bienestar que tenemos, es gracias al esfuerzo de miles de empresarios que en el silencio de la familia han venido trabajando y construyendo este país. Porque sin empresarios no hay futuro”.
En octubre de 2017, Confebask y sus asociaciones miembro (Adegi, Cebek y SEA) realizaron en el Palacio Euskalduna de Bilbao un acto de reconocimiento al empresariado
vasco víctima del terrorismo
Precisamente, en su texto introductorio para este libro apunta que “este libro es una gota de agua en el océano de la memoria de las consecuencias humanas del terrorismo”, que pone el acento “en el mundo empresarial y en su capacidad para sobreponerse a la mafia terrorista”.
López Atxurra lamenta que la “frivolidad del mal nos empuje a olvidarnos de nuestras propias culpas como sociedad”. Y recordó a quienes fueron “asesinados en un entorno envenenado, donde la suma del terrorismo y la animadversión a la figura del empresario, en una situación de crisis industrial estructural, generaba una niebla oscura y espesa que contaminaba la mentalidad social”.
López Atxurra lamenta que la “frivolidad del mal nos empuje a olvidarnos de nuestras propias culpas como sociedad”. Y recordó a quienes fueron “asesinados en un entorno envenenado, donde la suma del terrorismo y la animadversión a la figura del empresario, en una situación de crisis industrial estructural, generaba una niebla oscura y espesa que contaminaba la mentalidad social”.
Por parte de los autores, tomó la palabra Juan José Álvarez, catedrático de Derecho Internacional Privado de la UPV/EHU, quien recordó que “hay un deber de la memoria que aparece en todos los relatos. Tiene que haber una memoria crítica, vigilante. Ojalá podamos mirar al futuro sin olvidar el pasado, pero mirándolo con la razonable solidaridad colectiva. Este libro es un homenaje a los empresarios a los que colocaron en la diana por el mero hecho de hacer algo que no somos capaces de hacer mucha gente en este país, y es sacrificar su tiempo no por el egoísmo individual, sino para generar riqueza social”.
Esfuerzo de resistencia y arraigo
El lehendakari Iñigo Urkullu es el encargado de realizar la presentación de este libro. En su texto, tras condenar aquellos asesinatos, extorsiones y amenazas, asegura que “sus autores y quienes consideraron que todo aquello era lícito, tienen una deuda política: reconocer la injusticia provocada”. El lehendakari quiere reconocer a las víctimas de aquellas situaciones su “resistencia democrática” y reconoce que “los empresarios vascos y sus familias hicieron un esfuerzo inmenso de resistencia y arraigo”. En este sentido, Urkullu subraya que “continuar comprometidos con el proyecto de cada empresa y con la defensa de sus puestos de trabajo fue un factor decisivo para el presente y el futuro de este país”. Por ello, señala que de recordarse algún valor positivo de aquellos años “deberíamos destacar por su ejemplaridad la resiliencia, el pundonor y el apego a esta tierra que demostró el empresariado vasco”. Y cierra su escrito con dos ideas: “gracias y esperanza”. Gracias, por “su esfuerzo y contribución en esa etapa tan dura y difícil” y esperanza porque “ese es el sentimiento que suscita la mirada al presente y al futuro de nuestra sociedad”.