Un investigador de la UPV diseña una contraventana capaz de almacenar energía

Miguel Ángel Blanco Rodríguez, investigador de la UPV.

El investigador del Departamento de Máquinas y Motores Térmicos de la UPV/EHU Miguel Ángel Blanco Rodríguez ha estudiado la influencia de la contraventana en el comportamiento térmico de los edificios y diseñado un nuevo modelo de contraventana con aislamiento e inercia térmica. Y es que la contraventana tiene un gran potencial de ahorro de energía y de mejora de la eficiencia energética en un edificio, según un estudio de la UPV/EHU.
La promoción de la eficiencia energética dentro de las políticas desarrolladas por la Unión Europea en los últimos años ha impulsado el estudio de los elementos que componen la envolvente térmica de los edificios, de cara a obtener una reducción en su consumo energético y alcanzar el objetivo de construir edificios con consumo casi nulo e incluso productores netos de energía.
En este contexto “resulta especialmente interesante el estudio de elementos constructivos que pueden aportar una mejora en la eficiencia energética en los edificios y que, sin embargo, no han sido hasta el momento suficientemente estudiados, como es el caso de la contraventana”, indica el investigador autor del estudio.

Permite maximizar la reducción
de demanda energética
de un edificio

La investigación de la UPV se ha centrado en el estudio del comportamiento térmico de las contraventanas tanto en régimen estacionario (las temperaturas del interior y exterior del edificio son fijas) como en régimen dinámico (hay ciertos cambios de temperatura). “Lo habitual y el comportamiento más cercano al real es el régimen dinámico, ya que la temperatura exterior cambia constantemente”, apunta Miguel Ángel Blanco. Además, el análisis no se limita a la propia contraventana, sino también a los efectos que provoca en elementos adyacentes, como son los puentes térmicos de ventana.
Las conclusiones obtenidas establecen las bases para un nuevo diseño de contraventana que emplea diferentes recursos, tanto en posición abierta como cerrada, de cara a maximizar la reducción de demanda energética de un edificio. “Se trata de un nuevo modelo de contraventana capaz de almacenar energía durante el día en posición abierta, para cederlo al edificio por la noche”, subraya Blanco. “Si colocamos este tipo de contraventana en un edificio que tiene ventanas poco eficientes la reducción de la demanda de energía que se llega a obtener es mayor que si cambiamos las ventanas por unas nuevas ventanas muy eficientes”, añade.

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