El presidente de Sidenor, José Antonio Jainaga, insiste en la necesidad de conformar un gran grupo siderúrgico y asegura que la unión de las grandes acerías del País Vasco conllevaría numerosas ventajas competitivas en un sector que ha reducido su producción más de un 50%.

José Antonio Jainaga, presidente de Sidenor, ha insistido en su propuesta de creación de un gran grupo siderúrgico vasco centrado en la fabricación de productos de acero de alto valor añadido. La corporación estaría formada, según explicó, por la propia Sidenor, junto con Aceros Olarra, Tubacex y Tubos Reunidos (TR). Las declaraciones de Jainaga se produjeron en un desayuno-coloquio celebrado por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, Adype, en Bilbao
Ante un auditorio de más de 150 personas, Jainaga hizo un análisis de la situación de la industria siderúrgica vasca, que en la última década ha visto reducida su producción en más de un 50% (pasando de 6,8 millones de toneladas a 3,1 millones), así como su participación en la fabricación de acero a nivel estatal, que en 2018 fue del 22%, frente al 37% que representaba en 2007. Una participación menor, además, de una tarta más pequeña, ya que la producción de acero en España en 2018 alcanzó los 14,3 millones de toneladas, mientras que 10 años antes era de 18,4 millones de toneladas. Todo ello ha dado como resultado el cierre de varias acerías vascas desde el año 2000 y una reducción de 3.500 empleos directos y más de 12.000 empleos indirectos.

Ante esta situación, y con el objetivo de afrontar con mayores garantías el futuro de la industria siderúrgica en Euskadi, Jainaga puso en valor una unión empresarial que, a su juicio, “acarrearía numerosas ventajas, empezando por el hecho de que permitiría mantener los centros de decisión en el País Vasco”, algo que consideró imprescindible.
Argumentó que un grupo así contaría con “unos ratios de solvencia dentro de los cánones financieros” exigidos por la banca, “una facturación anual de 2.000 millones” y una capacidad de generación de caja de 200 millones al año. Otra ventaja de una fusión sería su capacidad de innovación, “muy superior a la que tienen por separado”, y también de atracción de talento, aseguró Jainaga, que estimó en 6.000 los empleos resultantes de la operación, de los que “casi el 75% estarían en Euskadi”.
De esta forma, el presidente de Sidenor invitó a las empresas que, a su juicio, podrían sentarse para discutir posibles modalidades de fusión y “crear un grupo siderúrgico vasco potente financiera y tecnológicamente y centrado en productos de alto valor añadido para los clientes”, concluyó Jainaga.
Ante estas manifiestaciones, Tubos Reunidos indicó que “todo planteamiento de un proyecto industrial para el sector siderúrgico vasco que suponga mejorar la competitividad y crear valor debe ser escuchado y analizado, pero en estos momentos TR no tiene ningún planteamiento ni propuesta”. En el mismo sentido se pronunció la firma Tubacex.