“Con un profundo sentimiento de gratitud y responsabilidad”. Así ha asumido España la Presidencia rotatoria del Consejo de la UE, una responsabilidad que desempeñará hasta fin de año y cuyas prioridades se enmarcan en cuatro ejes: reindustrializar la UE y garantizar su autonomía estratégica abierta; avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental; impulsar una mayor justicia social y económica, y reforzar la unidad europea.

Tras cerrar Suecia su semestre, España ha asumido el 1 de julio la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, una responsabilidad que desempeñará hasta el 31 de diciembre; un período de grandes retos para los Estados miembros y para la UE en su conjunto, y que pondrá a prueba el liderazgo de España en el contexto europeo.
En este escenario, el Gobierno español ha establecido su programa de trabajo en torno a cuatro ejes o grandes objetivos prioritarios. El primero es reindustrializar la Unión Europea y garantizar su autonomía estratégica abierta. Así, y ante la necesidad de encontrar nuevas vías que alejen a Europa de situaciones de dependencia excesiva de terceros países en ámbitos tan cruciales como la energía, la salud, las tecnologías digitales y la alimentación, se trabajará para atraer nuevas empresas y empleos al territorio europeo.
Además, la Presidencia española promoverá el desarrollo de industrias y tecnologías estratégicas en Europa, la ampliación y diversificación de las relaciones comerciales, y el reforzamiento de las cadenas de suministro.

El Gobierno español trabajará para acabar con la evasión fiscal de las grandes multinacionales e impulsará la fijación de unos estándares mínimos de tributación empresarial en todos los Estados de la UE

Mercado eléctrico
La segunda gran prioridad es avanzar en la transición ecológica y la adaptación medioambiental, para lo cual España impulsará una reforma del mercado eléctrico que acelere el despliegue de las energías renovables reduzca los precios de la electricidad y mejore la estabilidad del sistema.
El objetivo es reducir drásticamente las dependencias en energía y materias primas, abaratar sustancialmente la factura eléctrica, hacer más competitivas a las empresas, y crear cerca de un millón de empleos, solo en esta década. Asimismo, agilizará la tramitación de los expedientes legislativos pendientes del ‘Fit for 55’ (diseñado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de la UE en un 55% para 2030), como el paquete de gas e hidrógeno, y los reglamentos de eficiencia energética. También promoverá la reducción de residuos y microplásticos, el diseño de productos sostenibles y la generación de combustibles ecológicos. 

Equidad
Lograr una economía más competitiva, justa y solidaria es el objetivo general de la tercera gran prioridad: impulsar una mayor justicia social y económica. Para ello se abogará por establecer unos estándares mínimos y de tributación empresarial en todos los Estados miembro, y combatir la evasión fiscal de las grandes multinacionales, que cada año cuesta a la UE 1,5 puntos de PIB. 
La Presidencia española también apuesta por una adecuada revisión del Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y una reforma de las reglas fiscales que permita superar la austeridad y aumentar la transparencia, y combinar la sostenibilidad de las finanzas públicas con la correcta financiación de las transiciones verde y digital. 

Más integración
Y, por último, España se centrará en reforzar la unidad de la UE y avanzar en materia de integración, para lo cual se incidirá en una mayor profundización del mercado interior, la culminación de la unión bancaria y la unión de mercados de capitales, una consolidación y mejora de instrumentos comunes como los fondos NextGenerationEU, una gestión más eficaz y coordinada de los procesos de migración y asilo. Y, también, por el apoyo coordinado a Ucrania y a otros estados del entorno. 
Asimismo, la Presidencia española trabajará por el desarrollo de la identidad de la UE y los valores compartidos, y por una nueva fase de desarrollo del proyecto europeo. 
Además de impulsar estas cuatro prioridades, el Gobierno recuerda que España acogerá y coordinará durante este semestre “negociaciones al más alto nivel sobre multitud de asuntos vitales, velando por la aprobación de docenas de expedientes que terminarán transformándose en leyes y medidas concretas”. 

Reparto geográfico
El propio presidente Sánchez, en la presentación de las prioridades de la Presidencia española, señaló que todas las comunidades autónomas acogerán al menos un encuentro ministerial. Inicialmente se anunció que, en Euskadi, Bilbao y Donostia-San Sebastián eran dos de las 25 localidades escogidas para alojar alguno de los eventos.
Según consta en la página web de la Presidencia española, Bilbao acogerá el 24 y 25 de julio la reunión del Consejo de Competitividad (Compet) sobre el mercado interior e industria. El Compet es un órgano que trabaja para mejorar la competitividad y aumentar el crecimiento de la UE, y se ocupa de las políticas de mercado interior, industria, investigación e innovación, y espacio.
Por su parte, Donostia-San Sebastián será sede, el 25 de septiembre (coincidiendo con Zinemaldia 2023), de una reunión de la Asociación de Directores de Agencias de Cine Europeas (EFAD). En una de las primeras versiones de la agenda se había anunciado que, entre el 20 y el 22 de septiembre, la capital guipuzcoana acogería una cumbre del Comité de Representantes Permanentes (Coreper) II, que se encarga de preparar los trabajos del Consejo de la Unión Europea del mes de octubre. Sin embargo, la cita no aparece actualmente en el calendario oficial de eventos.

‘Europa, más cerca’

El logotipo de la Presidencia española del Consejo de la UE “simboliza la transparencia a la que aspira el proyecto europeo y la plena identificación de España con la Unión”, según se recoge en la página web de la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. “Al mismo tiempo, la integración de los colores de la bandera de España en las siglas de la UE refleja que es parte de su estructura”. La identidad visual de UE23 dialoga estrechamente con el lema de la Presidencia española, ‘Europa, más cerca’, que subraya el concepto de cercanía como aspiración compartida. El lema “combina el objetivo de proximidad humana, institucional y política del proyecto europeo”.