Iberdrola inauguró el pasado mes de octubre su primer parque eólico marino, en West of Duddon Sands (Reino Unido). A esta instalación le seguirán otras, como el parque eólico marino de Wikinger, en la costa aleman del Mar Bático, y que entrará en funcionamiento en 2016, tras una inversión de 1.600 millones de euros.
West of Duddon Sands es una instalación offshore que ha sido desarrollada por la filial británica ScottishPower Renewables, en consorcio con la firma danesa Dong Energy, con una inversión de 2.000 millones de euros.
En la inauguración del primer parque eólico marino del Reino Unido, el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, destacó que esta infraestructura “ha superado con éxito numerosos desafíos tecnológicos, demostrando la capacidad del Reino Unido para construir grandes proyectos de energías renovables, tanto por la cualificación de su mano de obra y excelente ingeniería como por el desarrollo de la cadena de suministro, la logística y sus instalaciones”.
Situado a unos 20 kilómetros de la costa de Barrow-in-Furness, en el noroeste de Inglaterra, el emplazamiento cubre un área de unos 67 km2. Dispone de 108 turbinas, cuya capacidad unitaria es de 3,6 MW, y se han instalado más de 200 kilómetros de cable submarino.
De otro lado, Iberdrola está promoviendo el parque eólico marino de Wikinger, en el mar Báltico, que va a requerir una inversión de cerca de 1.600 millones. La instalación se ubicará a unos 75 kilómetros de distancia de la costa, donde la profundidad oscila entre 37 y 43 metros. El emplazamiento cubre un área de unos 34 kilómetros cuadrados en los que la compañía tiene previsto instalar 70 aerogeneradores de 5 MW de capacidad unitaria y una subestación marina.