Petronor lidera la revolución del ‘mix’ energético europeo

Trabaja en los ámbitos del hidrógeno, biocombustibles y autoconsumo

Foto: Petronor

Alineada con las políticas europeas de reducción del uso de fuentes energéticas ‘sucias’, Petronor impulsó BH2C, ha comenzado las obras de una de las mayores infraestructuras de descarbonización del mundo, ha desarrollado con éxito el primer biocombustible del Estado español y fomenta el autoconsumo a través de las Comunidades Energéticas Locales.

Con el planeta sumido en una crisis energética sin precedentes, agravada por la situación bélica generada por Rusia en Ucrania y las amenazas de cortes de suministro de gas a Europa por parte del primero, el viejo continente ha intensificado su apuesta por la generación de energías renovables, con el fin de que la aportación de estas al ‘mix’ energético alcance el 40% en 2030, respecto al 20% actual. Es por ello que la Unión Europea (UE) busca reducir el uso de fuentes energéticas como el gas, carbón o petróleo, en favor de una transición basada en nuevas fuentes verdes como el hidrógeno, la eólica o la fotovoltaica, entre otras. En línea con este objetivo, Petronor se encuentra inmersa en una transformación de su organización productiva centrada en la eficiencia energética y la reducción del CO2, que le está llevando a la búsqueda y desarrollo de nuevas fuentes de energía renovables. 

El protagonista indiscutible en este sentido es el hidrógeno verde, clave para la transición hacia una economía descarbonizada y al que se destinarán inversiones millonarias en todo el mundo durante los próximos años. La firma vizcaína lidera en este campo el Corredor Vasco del Hidrogeno (BH2C) que, con una inversión de más de 2.000 millones de euros hasta 2026, tiene por objetivos producir casi 40.000 toneladas de hidrógeno anuales, reducir las emisiones de CO2 en 1,2 millones de toneladas o producir 926MW de electricidad renovable. 

En el marco de BH2C, Petronor, junto a Repsol, ya ha comenzado la construcción del Hub de Descarbonización en el Puerto de Bilbao (en imagen la ceremonia de colocación de la primera piedra), cuya construcción se prolongará hasta 2024 y supondrá una inversión de 103 millones. La infraestructura contará con dos plantas: en la primera se producirán combustibles de huella cero con agua y CO2 como únicas materias primas, y será una de las mayores instalaciones de estas características en el mundo; y el segundo de los proyectos se orientará a la valorización a partir de residuos urbanos como papel, cartón, plásticos o telas, con el fin de producir energía y nuevos materiales.

En este sentido, la compañía vizcaína ya ha desarrollado y testado con éxito en un vuelo comercial un biocombustible con baja huella de carbono, el primer lote de biojet del mercado español producido a partir de residuos de la industria agroalimentaria -pretratados por la firma navarra Oleofat-, que sitúa a la empresa “como pionera en el desarrollo de combustibles avanzados y sostenibles en sectores como la aviación, el transporte pesado por carretera o el marítimo”, en los que “no se identifican alternativas de uso de este tipo de combustibles”, según Elías Unzueta, gerente de Petronor Innovación. El lote consta de 5.300 toneladas de combustible y cumple con los estrictos requisitos de calidad del producto y con las condiciones de sostenibilidad de la cadena de producción, logística y de comercialización. Su uso evitará la emisión de 300 toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a 40 vuelos Madrid-Bilbao.

Con una inversión de 103 millones y previsto para 2024, tendrá dos plantas: una producirá combustibles ‘verdes’ y la otra revalorizará residuos urbanos.

En este ámbito, Petronor cerró a principios de año un acuerdo de colaboración con Talgo y la Diputación de Álava para impulsar la creación de trenes de hidrógeno renovable y fomentar el transporte ferroviario sin emisiones en la Península Ibérica, proyecto en el que la empresa aportará su infraestructura de generación de hidrógeno y la logística para abastecer a la red ferroviaria, además de a la industria y a las empresas del sector del transporte en el territorio alavés.

Local  Por otro lado, también impulsó en 2021 las primeras Comunidades Energéticas Locales (TEK, por sus siglas en euskera, Tokiko Energia Komunitateak) de 'Km0' en Euskadi a través de su filial Edinor Alba, para favorecer la descarbonización en entornos residenciales mediante la participación de los ciudadanos en la generación, distribución, suministro, consumo, agregación y almacenamiento de energía, una fórmula para hacer evolucionar el modelo eléctrico actual hacia uno nuevo, descarbonizado y descentralizado. Hasta la fecha, ha desarrollado las TEK en seis proyectos pioneros de diferentes ámbitos en la CAV (a los que hay que sumar dos en Cantabria y uno en Navarra), y prevé llevar a cabo alrededor de 50 nuevos proyectos en 2022.

Este modelo energético da cabida a realidades muy diversas como las que representan un pequeño municipio rural como es Larraul (gipuzkoa), una gran ciudad como San Sebastian o un territorio como Navarra, que representan la importancia de valores como el arraigo local, el empoderamiento de la ciudadanía o el afianzamiento de la confianza ciudadana en el sistema, además de fomentar el desarrollo del autoconsumo, la tecnología y los nuevos modelos de negocio.

‘Stop & Go’ para mejorar la eficiencia

Petronor realizó una parada general de la Planta de Coque (URF), así como de la Unidad de Vacío del área de Conversión y otras unidades de esa área, lo que significó el cese de más del 50% de la actividad total de las instalaciones de refino. Con una inversión de 58 millones y una duración de 50 días, la parada supuso la realización de revisiones de mantenimiento e inversiones tecnológicas destinadas a la mejora de la eficiencia energética de las plantas. Esta parada general constituyó la segunda revisión de la Planta de Coque, que se puso en marcha en el año 2011 y que supuso una inversión de 1.006 millones, la mayor inversión industrial realizada en el País Vasco. Gracias a ella, Petronor ha reducido drásticamente su producción de fueloil y ha aumentado la de los productos de mayor valor añadido, como propano, butano, gasolina y gasoil. Entre los trabajos realizados cabe destacar la mejora de la eficiencia energética de las instalaciones mediante inversiones relacionadas con el enfriamiento de los humos de chimeneas, intercambiadores de mayor eficiencia, etc.; la mejora de la fiabilidad de los equipos y la actualización tecnológica, sustituyendo la parte de la electrónica de control e instalando cierres mecánicos de alta tecnología.

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