La alianza nació hace cuatro años y ya ha logrado convertirse en un referente, en un organismo coordinador de 17 centros tecnológicos y de investigación cooperativa de Euskadi que trabaja para reforzar y mejorar la competitividad de la industria y las empresas vascas. Los centros pertenecientes a BRTA, que cuentan con 4.300 trabajadores, ingresaron en 2022 un total de 337 millones de euros, de los cuales 143 vinieron del sector privado y 193 de origen público, incluyendo en estos últimos 65 de programas europeos. Los centros de la alianza cuentan con más de 270 clientes internacionales, el pasado año trabajaron con 2.252 empresas e ingresan más de 11 millones de euros por patentes y licencias. Todas estas cifras avalan un recorrido exitoso y un futuro lleno de retos. “Tenemos que abordar proyectos más ambiciosos, tener más visibilidad internacional y continuar aportando a que las empresas y las pymes sean más competitivas por medio de la innovación”, defiende Rikardo Bueno, director de BRTA. 

BRTA nació en 2019 para fomentar la innovación. ¿Qué balance realiza de estos cuatro años de historia? 
Positivo. BRTA se creó con el objetivo de transferir conocimiento basado en la investigación y en la tecnología a la industria y a las empresas vascas para reforzarlas y mejorar su competitividad. Considero que vamos dando pasos en el ámbito de la transferencia, tratando de organizar mejor la oferta de los centros tecnológicos y de investigación para acercarla a la industria y, especialmente, a las pymes. También hemos lanzado un programa para reforzar la generación de nuevas empresas de base tecnológica. Por otra parte, hemos mejorado la parte de coordinación de la actividad de los centros en materia de generación de conocimiento, hemos desarrollado un mapa de capacidades y agendas de investigación que ilustran las principales líneas futuras a abordar y hemos trabajado en el ámbito de personas. 
¿Cómo ha evolucionado la alianza en este tiempo?
Han sido años de incertidumbre, pero estamos viendo cómo las empresas mantienen e, incluso, refuerzan su actividad y BRTA, que es el reflejo de la actividad industrial, está trabajando con normalidad. Para nosotros han sido años de aprendizaje. Cuando se crea BRTA hay incertidumbre en los propios centros, porque no sabían qué iba a suponer esta alianza. Poner a todos en la misma clave, aclarar las diversas expectativas, generar un mayor conocimiento mutuo entre los distintos centros y las administraciones públicas y, en definitiva, generar confianza para la colaboración han sido trabajos claves. Nosotros debemos consolidar y reforzar la competitividad de la industria, orientando la actividad de los centros hacia ella. 

“Más del 40% de los ingresos de los centros vienen de la transferencia de conocimiento y tecnologías a las empresas””

Los centros tecnológicos se han alineado con Europa y con el Gobierno vasco trabajando, por ejemplo, en las tres grandes transiciones. ¿Cree que estar respaldados y formar parte de una alianza como BRTA facilita la colaboración entre los centros?
Sin duda. Esta coordinación desde la suma de capacidades genera más impacto en nuestro entorno socioeconómico y en nuestras empresas. Los centros tanto los de investigación cooperativa como los tecnológicos están aportando a superar estos retos y, además, de forma muy alineada con la propia sociedad, las empresas y las administraciones públicas. Las cifras y la actividad lo demuestran: tenemos un respaldo empresarial muy sólido, estamos abordando desarrollos que tienen un impacto en la propia sociedad y la administración pública nos apoya. 

¿Cuáles son las principales investigaciones que se están realizando en torno a las tres grandes transiciones a las que se enfrenta la sociedad?
Son unas cuantas, pero podría enumerar alguna en cada ámbito. Por ejemplo, en el digital, la ciencia del dato, IA, la nueva robótica, la ciberseguridad, tecnologías del lenguaje o la cuántica. En el área de la transición verde estarían la electrificación del sistema energético, las redes de distribución de energía inteligentes, las nuevas generaciones de baterías, la generación renovable o el propio hidrógeno. Finalmente, en la transición demográfica hay varios ámbitos de actividad relacionados con el envejecimiento activo, una medicina cada vez más personalizada y todo lo ligado a la alimentación saludable. 

Asimismo, colabora en la generación de conocimiento y su transferencia a la sociedad e industria vascas para que sean más innovadoras y competitivas. ¿Cómo está funcionando esta transferencia? ¿Logran las investigaciones y los avances tecnológicos llegar al mercado?
Sí, cerca de la mitad de la actividad de los centros de BRTA y de las personas que trabajan aquí tiene que ver con la transferencia. Es la seña de identidad de los centros de BRTA. Las empresas están pagando por esa transferencia, más del 40% de los ingresos de los centros vienen de ahí, por lo que la industria sí está acogiendo estos nuevos desarrollos. La manera principal de transferir es por medio de proyectos que contratan las empresas, pero también se están creando nuevas empresas de base tecnológica. En concreto, hace poco los centros presentaron 20 ideas empresariales y 11 de ellas tendrán apoyo y se desarrollarán en los próximos meses. Las empresas de base tecnológica creadas por los centros han facturado en los últimos años más de 25 millones y se han ingresado 10 millones de euros anuales por licencias y patentes. Además, se está transfiriendo profesionales formados en los centros al tejido empresarial e industrial. 

BRTA también ha luchado desde su nacimiento por retener y atraer talento, sin duda uno de los grandes problemas de las empresas en la actualidad. ¿Es el ecosistema vasco atractivo?
Sí, es un lugar atractivo para trabajar, tanto por el proyecto que ofrece como por cómo vivimos en Euskadi. Estamos desarrollando acciones para retener y atraer el talento y hemos definido un plan de carrera profesional que aclara las expectativas de desarrollo laboral de las personas que trabajan en los centros. Es uno de los ámbitos que tenemos que reforzar más. 

““Estamos desarrollando acciones para
retener y atraer el talento y hemos definido un plan de carrera profesional”

BRTA se quiere dirigir también a pequeñas y medianas empresas puesto que esta alianza está convencida de que la innovación es “cuestión de carácter y no de tamaño”. ¿Qué ofrece a las pymes?
Queremos acompañar y apoyar a las pymes en sus procesos de innovación. Todavía hay unas cuantas pymes en Euskadi que no conocen qué les pueden aportar los centros y nosotros tenemos la responsabilidad de poner a su disposición, independientemente del tamaño de la empresa, el conocimiento que estamos generando y nuestros desarrollos. Nos gustaría sistematizar más los procesos de innovación en cualquier empresa, algo más continuado y estratégico para asegurar su futuro competitivo y rentable. En esta campaña hemos aglutinado ejemplos de pymes pequeñas que han trabajado con los centros de forma que cualquier otra pueda identificarse, que pierda el miedo a esta conexión. 

¿Qué retos de futuro se marca BRTA?
Seguir aportando a que las empresas y las pymes sean competitivas por medio de la innovación. Queremos unas empresas e industria fuertes. Tenemos que abordar proyectos más ambiciosos desde BRTA. Vamos a lanzar próximamente un nuevo Plan Estratégico y, en este contexto, a partir de la definición de los retos de investigación, nuestras capacidades y necesidades queremos abordar desde la coordinación de BRTA grandes proyectos de país de I+D y reforzar la visibilidad internacional de la alianza. Tenemos la capacidad de aportar en al ámbito internacional y en la I+D europea. Los centros ya lo están haciendo, pero podemos hacer más. 

LA MOCHILA

Metería tres palabras que comienzan por ‘I’ de Innovación:

1. Impacto, porque innovamos para generar un impacto socioeconómico por medio de la transferencia.

2. Imaginación, porque es imprescindible cuando desarrollamos cosas nuevas buscando esa excelencia investigadora.

3. Integración, porque es muy difícil avanzar solos y tenemos que integrar empresas con los centros y con el apoyo de la administración pública, y también integraremos disciplinas científico-tecnológicas diferentes para llegar a mejores resultados.