Alrededor de 500 autobuses y entre 8.000 y 10.000 personas utilizarán cada día la nueva estación de autobuses de Donostia-San Sebastián, inaugurada el pasado 6 de febrero tras corregirse las deficiencias en materia de extracción de humos que retrasaron la apertura de esta infraestructura de transportes. Las modificaciones efectuadas garantizan el comportamiento del humo durante el tiempo de evacuación de las personas en el supuesto de un incendio grave en la zona de las dársenas.

La nueva estación de autobuses de Donostia-San Sebastián tiene una superficie construida de 18.357 m² y está estructurada en tres plantas soterradas (dos de ellas de aparcamiento). Dispone de 21 andenes dispuestos en espiral, nueve de los cuales están adaptados totalmente a la normativa de accesibilidad. Ha costado 32 millones de euros, de los que algo más de 20 han sido financiados por el Ayuntamiento (14,6) y la Diputación (seis). El resto ha sido sufragado por la constructora Murias, que va a gestionar la estación. Esta cantidad engloba las obras de la propia estación y la urbanización exterior.