Madit Metal duplica facturación, cartera de clientes y empleados en el último año

La firma ha completado este año un parque de seis máquinas, la última orientada a Inconel. Foto: Madit Metal

Con tan solo tres años de trayectoria -nació en 2020, aunque sus socios fundadores contaban con gran experiencia en la tecnología de fabricación aditiva Selective Laser Melting, SLM-, e inmersa en su Plan Estratégico 2023-24, la vizcaína Madit Metal ha duplicado durante este año su facturación (alcanzará el millón de euros el cierre del ejercicio y prevé que la cifra aumente “de forma constante en los años venideros”) su cartera de clientes y el número de empleados en su plantilla, alcanzando los 11 profesionales. 
Se trata, como incide Asier Domínguez, project manager y uno de los tres fundadores de la firma, de “una evolución considerable” para una startup que aspira a “afianzarse como referente nacional de fabricación aditiva metálica”. Para ello, ha definido cuatro pilares estratégicos: crecimiento de la plantilla, impulso de las actividades comerciales (en el último año ha participado en siete ferias nacionales), potenciación de las actividades de I+D (destina un 15% de su facturación a este apartado) y aumento de la capacidad productiva en SLM y post-procesos. 
El último apartado es la base del crecimiento proyectado por Madit Metal, objetivo que persigue a través de la incorporación, año a año, de nueva maquinaria, ya que “en este sector la capacidad se mide con el número de máquinas y láseres”, explica. Así, durante este año, la empresa ha incorporado tres nuevas máquinas de SLM con capacidad multi-láser, así como un escáner 3D para realizar ingeniería inversa y evaluación dimensional, para completar un parque de seis máquinas del fabricante Renishaw, dos de ellas mono-láser y cuatro de ellas multiláser, capaces de trabajar en torno a las 6.000 horas anuales cada una.
Como explica Domínguez, y en función del proyecto, a través de estos aparatos la compañía fabrica “todo tipo de piezas metálicas de muy distintos tamaños, desde pocos gramos a 8-12 kilos (prototipos y preseries para automoción, piezas de fundición, tubos, chapas conformadas, intercambiadores de calor, componentes de bicicletas...)”. Cada máquina “está dedicada en exclusiva a un mismo material, de forma que evitamos contaminaciones cruzadas y aumentamos nuestras capacidades de fabricación”, ya que, además, de esta manera, “nunca están paradas por cambio de material”, añade.
Servicio integral y global
Respecto al destino de las piezas que fabrica, destaca que “las necesidades de la tecnología SLM son muy distintas e intentamos dar servicio a todas ellas”, por lo que la demanda de las producciones de Madit Metal “es multisectorial (aeronáutica, máquina herramienta y energético, fabricantes de mobiliario, etc.)”. Además, se dirige a “todo tipo de empresas, desde particulares y pequeñas hasta grandes multinacionales”, ya que “cualquiera de ellas que cuente con medios productivos y necesite piezas de metal” es susceptible de ser su cliente.

La empresa espera aumentar sus mercados extranjeros “a medio-largo plazo” y  exporta actualmente el 21% a países como Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, EE.UU., Canadá...

Esto hace, según Domínguez, que su “facturación esté muy distribuida”, con un 39% de la misma proveniente de Euskadi, un 21% de los mercados exteriores y el restante del Estado español. En este sentido, y aunque la firma no cuenta con delegaciones comerciales o presencia física en otros países por el momento, su principal área de alcance en el extranjero se centra en Europa, con países como Francia, Alemania, Italia y Países Bajos, aunque también realiza trabajos para Estados Unidos, Canadá o Colombia, entre otros.
“La externalización es un objetivo a medio-largo plazo”, afirma, en línea con su estrategia del impulso de las actividades comerciales. Para ello, plantea incrementar su presencia en ferias internacionales y así aumentar su visibilidad en nuevos países durante el bienio de su Plan Estratégico.
Más espacio
Otro de los objetivos de Madit Metal a futuro, y que ya está planificando, es “mejorar las instalaciones en espacio” (cuenta con una planta de 300 m2 en Zamudio), con el fin último de seguir incorporando nueva maquinaria, “especialmente en el área de post-procesos y equipos auxiliares, para mejorar los servicios y acometer aumentos adicionales de producción”, indica Domínguez. Ello le permitirá también “aumentar los materiales disponibles” de fabricación, como el “cobre, el cromo cobalto, nuevos aceros, etc.”, para “así completar todas las necesidades del sector industrial”.

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