A finales de noviembre de 2020, el Puerto de Bilbao acumulaba una pérdida de algo más de 4,6 millones de toneladas, lo que se traduce en un descenso del 14,3%. Según la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB), este descenso está motivado “por la crisis provocada por la pandemia de la covid-19 pero, sobre todo, por el conflicto de la estiba”.
La APB señala que la huelga de estiba, que paralizó el puerto del 9 de octubre al 4 de diciembre, ha tenido efectos directos en el descenso de tráfico. Entre ellos, “el desvío de líneas de productos siderúrgicos y de contenedores a otros puertos del norte, con el consiguiente colapso de alguno al no poder absorber ese tráfico por falta de capacidad; el descenso de la actividad del ferry; el anunciado traslado de líneas de eólicos a otros puertos; el hecho de que buques de contenedores han tenido que partir después de varios días sin poder realizar ninguna operación, y la anulación del orden de 64 escalas de buques ya solicitadas”.
En lo que al ferrocarril se refiere, el corredor de Bilbao prácticamente ha dejado de funcionar, según la APB, desviándose trenes desde Jundiz a puertos tanto del norte como del mediterráneo. El descenso de actividad en las empresas del hinterland del puerto, añadido a la huelga, ha generado una bajada en las exportaciones del 18%, mientras que la descarga de mercancías cae un 12,5%.