En los próximos 100 días, el nuevo Ejecutivo autónomo afrontará la elaboración de las bases de los presupuestos para 2021 e impulsará el calendario legislativo y el programa de gobierno. Unas tareas a realizar en un contexto de incertidumbre por la pandemia cuya gestión, no obstante, es el principal reto.

Los principales objetivos del Ejecutivo vasco para los próximos 100 días pasan por la elaboración de las bases de los presupuestos para el próximo año y por el impulso del calendario legislativo y el programa de gobierno, unas medidas con las que se pretende dar respuesta a desafíos como el de la crisis del coronavirus. Así lo anunció el portavoz del Gobierno, Bingen Zupiria, en su primera comparecencia de prensa como portavoz del gabinete Urkullu.
Según señaló Zupiria, en el Consejo de Gobierno que inauguró formalmente las reuniones oficiales del Ejecutivo autónomo en esta nueva legislatura, el lehendakari, Iñigo Urkullu, pidió a sus consejeros que terminen de diseñar sus equipos y fijen las estructuras de sus departamentos. Además, se acordó que, al igual que al inicio de cada legislatura, cada consejero solicite comparecer ante el Parlamento para explicar sus proyectos para los próximos cuatro años.

Asimismo, Urkullu detalló a los miembros de su gobierno cuáles son los principales objetivos para los próximos 100 días, unas metas que pasan por la redacción de un programa basado en el acuerdo de coalición entre el PNV y el PSE-EE.
Otro de los objetivos inmediatos es elaborar una relación de los proyectos de ley que se pretende trasladar al Parlamento en esta legislatura. En el caso del Departamento de Economía y Hacienda, su principal responsable, Pedro Azpiazu, deberá elaborar las directrices económicas y presupuestarias para el próximo año, que constituirán la base de las cuentas de 2021.

Déficit y endeudamiento
Bingen Zupiria recordó, no obstante, que para poder concretar el contenido de los presupuestos, es necesario establecer una previsión de ingresos junto a las diputaciones forales y los ayuntamientos. De igual manera, precisó que hay que fijar, junto al Gobierno central, cuáles son los límites de déficit y la capacidad de endeudamiento a la que pueden recurrir las instituciones de Euskadi. El portavoz del Ejecutivo autónomo reiteró que es necesario “aclarar el panorama fiscal y financiero” que han de afrontar las administraciones vascas en los próximos meses, algo que deberá hacerse, junto al Gobierno central, en el seno de la Comisión Mixta del Concierto Económico.

El portavoz del Gobierno reconoció que el nuevo gabinete de Iñigo Urkullu afronta la legislatura en un contexto de “incertidumbre” por la pandemia, cuya gestión constituye “el mayor reto” al que se ha enfrentado la sociedad vasca desde la reinstauración de la democracia en España.
“Tendremos que acostumbrarnos a convivir con un virus muy contagioso durante un largo periodo de tiempo. Debemos ser prudentes en casa, en la calle, en el trabajo, en el ocio, con amigos y con familiares”, enfatizó.
En lo que atañe directamente a la economía, Zupiria explicó que en el ámbito de las empresas vascas “se están produciendo más noticias negativas que positivas’, aunque destacó que el dato “más determinante” sobre la afección de la crisis sanitaria a la actividad productiva es la caída cercana al 20% que están experimentando las haciendas forales en sus ingresos fiscales.