El País Vasco ha recibido hasta el momento un total de  358  millones  de  euros de los diferentes Perte que  gestiona  el Ministerio de Industria y Turismo que han beneficiado a 283 empresas vascas participantes en 114 proyectos. Así lo ha anunciado este jueves el ministro Jordi Hereu durante su intervención en el foro ‘Reindustrialización: un pacto por el futuro de la industria’ organizado por el diario El Correo en Bilbao.
Entre las ayudas concedidas a empresas vascas, el ministro ha destacado los  125  millones de euros en la primera convocatoria del Perte del Vehículo Eléctrico y Conectado a Irizar, Sapa o Gestamp. O los 155 millones de euros en la segunda convocatoria del Perte VEC a Mercedes, Irizar, Basquevolt, Jema Energy o Mugape.
El Perte Agro ha beneficiado a 67 de empresas vascas, a través de un total de 14 proyectos y un volumen de ayudas que ha superado los 16 millones de euros. Y el Perte  Naval  ha supuesto para las  empresas vascas de este sector cerca de 40 millones en ayudas.
Hereu ha avanzado que, desde que se abrió el plazo de la primera línea de ayudas del Perte de descarbonización se han recibido 120 solicitudes, de las cuales 16 corresponden al País Vasco.
Otras líneas de ayudas que ha destacado el ministro corresponden a las dirigidas a pymes. En concreto, las pymes vascas han recibido más de 18 millones de euros en los programas IDI, Activa Financiación y las Agrupaciones Empresariales Innovadoras, para el desarrollo de proyectos de innovación, digitalización y sostenibilidad desde 2019.
Durante su intervención, el ministro ha insistido en que la reindustrialización de  España  es  una  de  las  grandes  prioridades  del  Gobierno  por  la importancia de asegurar la autonomía estratégica y el efecto arrastre que tiene la industria sobre el resto de sectores. Y el País Vasco, que ya fue protagonista de la industrialización en el siglo XIX, puede jugar un papel importante en esta cuarta revolución industrial.
Hereu  ha  invitado  a  Comunidades  Autónomas,  organizaciones empresariales y sindicatos a sentar las bases de un modelo industrial más respetuoso con el medio ambiente, con más innovación y digitalización, con trabajadores cualificados y formados, con mejores condiciones laborales.