Solo un 15% de las sociedades laborales (‘sales’) vascas mantiene un ERTE por la crisis del covid, lo que demuestra su resilencia y capacidad de recuperación en contextos adversos, según datos de la asociación ASLE.

Alrededor del 15% de las 300 sociedades laborales integradas en la Asociación de Sociedades Laborales de Euskadi (ASLE) mantiene un ERTE en la actualidad, frente al cerca de 50% que se acogió a esta figura en los inicios de la pandemia, según datos ofrecidos en la última Asamblea General de esta agrupación empresarial por su presidente, Kepa Olivares. Solo una empresa asociada se ha visto obligada al cierre como consecuencia de esta crisis que se alarga ya año y medio, en contraste con la creación de nueve sociedades laborales nuevas.
El presidente de ASLE aseguró que las sociedades laborales y participadas “han demostrado nuevamente que son un ejemplo de entendimiento, coherencia, paz social y resiliencia”, destacando también “la flexibilidad del modelo empresarial y de los socios trabajadores”.
Modelo a exportar
La asamblea fue clausurada por el lehendakari Iñigo Urkullu, quien lanzó el mensaje de que Euskadi aspira a ser referente mundial en un modelo de empresa “con cara y ojos, humanista y al servicio de las personas”. El lehendakari puso a las sociedades laborales vascas, como ejemplo a la hora de “conjugar responsabilidad social y competitividad”. Agradeció también la trayectoria y experiencia de ASLE en estos duros momentos de crisis y manifestó compartir, de cara al futuro, su modelo, “que pone en el centro a la persona y apuesta fuerte por un crecimiento sostenible y un empleo de calidad”.

En la asamblea participó también la vicelehendakari y consejera vasca de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, quien destacó la creación de las citadas nueve sociedades laborales nuevas en un momento de “parón económico total durante más de dos meses, con una incertidumbre absoluta en el conjunto del año y en medio de la mayor caída del PIB desde la Guerra Civil”. Para Mendia, estos proyectos de emprendimiento colectivo son un ejemplo “de solidaridad, de compromiso con el entorno, de creación de empleo y de implicación de las personas trabajadoras con la empresa”.