Las prestaciones satisfechas por las Entidades vascas de Previsión Social Voluntaria durante el primer semestre de 2016 alcanzaron los 467 millones de euros, ratificando la senda emprendida hace cinco años, con prestaciones anuales superiores a los 900 millones, así como “la labor de protección social que estas entidades desempeñan en Euskadi”.
Según el balance de la Federación de EPSV de Euskadi, el patrimonio de las mismas superaba por primera vez, a mitad del ejercicio, los 23.000 millones de euros, mejorando en 800 millones los datos del segundo trimestre del ejercicio anterior. Este patrimonio representa el 34% del PIB de Euskadi, cuadriplicando los sistemas de pensiones estatales (9,5%) y siendo similar a la media de la UE-15 (34,75%), “aunque aún lejos de los países más desarrollados”.
Por sistemas, el patrimonio de las entidades de la modalidad de empleo superaba al de las entidades individuales, si bien ambos se encuentran por encima de los 11.000 millones de euros. Por su parte, las cuotas o aportaciones alcanzaban en junio los 265 millones, con un descenso general del 4% “debido a la ausencia de incorporación al sistema de colectivos significativos, los efectos de la crisis, la reducción de los límites fiscales y la ausencia de una política de promoción y divulgación de la previsión social complementaria”.
En este sentido, el pasado 20 de septiembre tuvo lugar en la Bolsa de Bilbao un encuentro entre representantes de distintas fuerzas políticas en torno al futuro de las pensiones, organizado por la Federación de EPSV. Todos los participantes se mostraron partidarios de garantizar las pensiones públicas y convinieron, con matices, en la ventaja de contar también con sistemas privados como las EPSV.