Las patentes, una manifestación de la capacidad innovadora de un país

Instituciones y consultoras promocionan el hábito de protección industrial e intelectual

Las patentes son la herramienta fundamental para proteger la innovación que se desarrolla.

En Euskadi se desarrollan muchas investigaciones, nuevas tecnologías y nuevos productos, pero no se protegen estos descubrimientos como se debería. La patente no es un objetivo en sí mismo, pero sí es un indicador del nivel de innovación. Es la consecuencia y es un elemento clave en la estrategia de las empresas para diferenciarse de la competencia.

El número de solicitudes de patentes, junto con el de diseño industrial, de modelos de utilidad y de marcas, se considera un indicador del dinamismo de la I+D+i de un territorio y del grado de concienciación de sus dirigentes políticos y empresariales para proteger los conocimientos, rentabilizar las inversiones y afianzar la posición en el mercado. Euskadi aprueba con nota en lo que respecta a innovación; es una de las regiones de alta innovación en Europa, pero sigue cojeando en cuanto a cultura de patentes. Incluso el Plan de Ciencia y Tecnología tiene en el número de patentes uno de los indicadores de la evolución innovadora de Euskadi.
Ante esta situación, desde ámbitos institucionales y privados se impulsa la integración de la cultura de la protección de la propiedad industrial e intelectual como un elemento más de la estrategia de la empresa.?Programas de apoyo, cursos específicos y consultoras que colaboran con las empresas buscan revertir esta tendencia.
Solicitudes estancadas
Un año más, los datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) reflejan una situación que dista del objetivo que se recogía en el PCTI 2020, de lograr unas 270 solicitudes de patentes anuales. El número de solicitudes de patentes nacionales del País Vasco hasta noviembre de 2019 fue de 71, manteniendo una dinámica de descenso continuado de los últimos años, en 2018 fueron 76 las solicitadas. A estas solicitudes habría que sumar las de patentes europeas e internacionales (EPO/PCT), lo que llevaría el número total de solicitudes anuales a unas 200.

Hasta noviembre de 2019, desde Euskadi

se habían solicitado 71 nuevas patentes

nacionales en la OEPM, cinco menos que

hace una año por esas mismas fechas

Otro dato interesante es el que aporta Barrixe, el Observatorio de la Innovación de Bizkaia, a través del informe Norabidea 2019, que indica que poco más del 22% de las empresas vizcaínas adopta medidas para proteger invenciones, innovaciones o conocimientos. Un dato que se podría extrapolar a Euskadi.
En cuanto a la distribución temática de las patentes concedidas en años anteriores, es especialmente relevante el número de las patentes en técnicas industriales y transportes, coherente con el tejido industrial de Euskadi y los ámbitos de especialización temática en fabricación avanzada
Como explicación para que las empresas no utilicen mecanismos de protección, los expertos apuntan el desconocimiento de las ventajas que ofrece o de la necesidad de blindar sus innovaciones. Otras veces es también una cuestión estratégica, ya que la patente protege la innovación durante 20 años y puede no compensar el gasto de realizar una patente. Y en el caso de las empresas de reciente creación, muchas veces no cuentan con los recursos y el tiempo que exige la tramitación de la protección de sus innovaciones.
Precisamente, agilizar los trámites es uno de los objetivos de la Ley de Patentes y se han puesto en marcha diversas iniciativas institucionales para favorecer la protección de la propiedad industrial e intelectual, como es el caso del programa Hazinnova.

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