“Prácticamente todas las empresas vascas implantadas en China han reanudado ya su actividad”. Así lo asegura Mikel Yang, responsable de la oficina exterior en China de la Agencia Vasca de Internacionalización-Basque Trade & Investment (BTI), en una entrevista concedida al Grupo SPRI, en la que explica cómo han vivido las organizaciones que tienen plantas en el país asiático la crisis provocada por el coronavirus.
Tal y como apunta, a finales de 2019 había 149 empresas de Euskadi con 222 implantaciones en China dedicadas a sectores tan diversos como la automoción, máquina-herramienta, energía o ingeniería. Entre ellas, destacan Batz, CIE Automotive, Fagor Ederlan, Gestamp, Inauxa, Maier Group, Matz Erreka, RPK, Mondragón Assembly, Fagor Arrasate, Fagor Automation, Ona, Danobat, Loramendi, Juaristi, Ibarmia, Ormazabal, Arteche, Gamesa, Iraeta, CAF, Aernnova, Sparber o Vasco Shipping.
La mayoría de ellas, según afirma Yang en esta entrevista, cerró a partir del 20 de enero y permaneció en esta situación hasta mediados de febrero, momento en que la pandemia “estuvo controlada relativamente”. A partir de esa fecha, prácticamente todas las empresas vascas implantadas en China reanudaron su actividad “con una tasa media del 90%, así como con la gran mayoría de su personal”.
En cuanto a los trabajadores vascos expatriados, la mayoría de las empresas “los mantiene fuera de China”, aunque algunos sí permanecen en el país asiático y han reanudado su empleo en cuanto los gobiernos locales se lo han permitido. Eso sí, tal y como recuerda Yang, quienes regresen de otras provincias de China o de Euskadi “estarán sujetos a cuarentena, siguiendo las instrucciones que establezcan las autoridades chinas”.