Las instituciones forales y locales de Euskadi también han activado planes de choque para contrarrestar el impacto del coronavirus, con medidas, fundamentalmente tributarias, para garantizar la liquidez de familias, empresas y autónomos. En este sentido, las diputaciones han adoptado diversas medidas para flexibilizar las obligaciones tributarias de trabajadores autónomos, pequeñas y micro empresas. Por citar algunas, en los tres territorios se extiende el plazo voluntario de presentación de autoliquidaciones y declaraciones, y se concede aplazamientos hasta determinadas cantidades, sin garantías, y con un amplio plazo de devolución. También se amplían los plazos para las declaraciones y autoliquidaciones, así como para las deudas tributarias. Asimismo, se adelantan las devoluciones.
Por otro lado, Bizkaia ha aplazado hasta 2022 la implantación del sistema Batuz, de control integral de las actividades económicas y de asistencia al contribuyente. Y en Gipuzkoa se ha retrasado, también hasta el 1 de enero de 2022, el inicio de TicketBai, la obligación fiscal que afecta a las personas contribuyentes que lleven a cabo actividades económicas.

Por su parte, los ayuntamientos vascos también han modificado el calendario fiscal y han interrumpido los plazos para la tramitación de todos los procedimientos tributarios y administrativos para reducir la carga impositiva a la ciudadanía y facilitar mayor flexibilidad a la hora de hacer frente a los pagos.
Los consistorios han ampliado el plazo de pago de tributos municipales como el de Impuesto de Circulación, el IBI, el servicio de alcantarillado y el de aprovechamiento y utilización de espacios públicos, entre otros. Y los consistorios de Bilbao y Vitoria-Gasteiz han puesto en marcha servicios de asesoramiento integral dirigido a comercios, personas autónomas, empresas y micropymes.