La transición energética y la competitividad marcan el camino del Puerto de Bilbao hacia 2026

La Autoridad Portuaria ha presentado su Plan Estratégico para el cuatrienio, enfocado también a su contribución al entorno social y económico

La presentación del Plan Estratégico tuvo lugar en la Terminal de Cruceros de Getxo. Foto: APB

Cinco ejes –tres externos y dos internos– estructuran el Plan Estratégico 2023-2026 de la Autoridad Portuaria de Bilbao, que pone el foco en la transición energética, la competitividad del puerto y su contribución al entorno social y económico, a través de un claro compromiso medioambiental, de la especialización inteligente y la creación de valor, y la oferta de servicios e infraestructuras diferenciales.

El Plan estratégico de la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB) 2023-2026 “señala el camino para que Bilbao siga siendo un puerto verde, competitivo y responsable”, según destacó su presidente, Ricardo Barkala, durante la presentación de este documento ante una nutrida representación institucional y de la comunidad portuaria de Bilbao.

Con estas tres premisas, la entidad que gestiona la dársena vizcaína hace tres propuestas de valor: traccionar y acompañar a los clientes del puerto a afrontar los impactos derivados de la transición energética; sostener la competitividad de la industria del territorio adaptando las infraestructuras y servicios a sus necesidades y requerimientos; y redoblar el esfuerzo por contribuir al entorno social y económico, garantizando su puesta en valor ante la sociedad.

En su intervención, Ricardo Barkala dijo que, dentro de la estrategia a seguir, se fija la misión de impulsar la competitividad de los clientes del Puerto contribuyendo al desarrollo socioeconómico sostenible de su zona de influencia. “Esta misión se llevará a cabo desde la visión de ser un puerto de referencia en las cadenas logísticas con el eje atlántico –dijo el presidente de la APB–, contribuyendo a la mejora de la competitividad del tejido económico-empresarial a través de la prestación de servicios de valor añadido y sostenibles”. Y añadió: “Los valores serán la orientación al cliente; la cultura colaborativa; el compromiso con las personas; la excelencia, ética y profesionalidad, y la sostenibilidad social, económica y medioambiental”.

El Plan Estratégico del Puerto de Bilbao para los próximos cuatro años se estructura en torno a cinco ejes –tres externos y dos internos– y unos objetivos asociados de cara a 2026.

El primer eje es convertirse en un referente medioambiental, a través de la promoción de la transición energética del Puerto, “entendiendo la sostenibilidad medioambiental como un factor crítico para la competitividad”. En este sentido, se fija como objetivos de descarbonización una reducción del 40% de las emisiones de CO2; la electrificación del 30% de los muelles (OPS) y la instalación de 30 MW para la autogeneración.

El segundo se refiere a la especialización inteligente y la creación de valor, para convertir al Puerto de Bilbao en referente del tráfico del Atlántico, “mientras se aprovechan nuevas oportunidades de crecimiento y se maximiza la generación de valor para el territorio”, apuntó Ricardo Barkala. Los objetivos serán duplicar el tráfico ro-ro, aumentar en un 30% el tráfico en contenedores e incrementar en dos millones de toneladas los graneles.

Los servicios e infraestructuras diferenciales conforman el tercer eje del Plan, buscando reforzar la oferta de servicios de alto valor añadido, centrados en generar valor para los clientes (digitalización, infraestructuras). Para ello se trabaja en una ventanilla única predictiva y en completar los desarrollos estratégicos (Espigón central y AZ1).

   Juntos a estos, dos ejes internos. Uno, fijado en las personas, el conocimiento y el talento, con el objetivo de desarrollar las capacidades futuras de la APB, garantizando la transferencia del conocimiento y la atracción de nuevo talento. Otro, centrado en la sostenibilidad económico-financiera, para asegurar el mantenimiento del equilibrio económico financiero, con un endeudamiento controlado y un esfuerzo inversor, solo de la APB, en torno a 200 millones de euros en el periodo 2023-2026.

Según explicó Ricardo Barkala, para la elaboración del Plan Estratégico se ha realizado un exhaustivo análisis de las tendencias de futuro que impactarán en el horizonte 2030, además de una visión a 2050, y las implicaciones que tendrán sobre el propio puerto.

En el estudio se perfila que, a nivel externo, existen siete macrotendencias: sostenibilidad y transición energética, digitalización, integración de las cadenas logísticas, nuevas rutas marítimas, regulaciones estatales, cambios socioeconómicos y el incremento del peso de los aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en la toma de decisiones de las autoridades portuarias.

A nivel interno se identifican sendos retos estratégicos relacionados con el modelo organizativo, la forma de trabajo y las capacidades; la innovación y la digitalización; la comunicación corporativa, y la situación económico-financiera.

Paralelamente, la reflexión estratégica se ha elaborado mediante un proceso participativo en el que han sido consultados, además de todas las áreas y departamentos de la APB, más de 70 representantes de la comunidad portuaria y grupos de interés, como consignatarios, operadores, transportistas, navieras, transitarios, industriales, cargadores, servicios técnico-náuticos e instituciones públicas relacionadas. Asimismo, el Plan está alineado con el Marco Estratégico trazado por Puertos del Estado, y aprobado en diciembre del año pasado.

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