El Polo Mubil o el prototipo de aerotaxi eVTOL son algunos de sus proyectos más visibles, pero Tecnalia está presente en otros muchos ámbitos de vanguardia tecnológica. Su objetivo es impactar en el tejido empresarial y en la sociedad a través de su capacidad tecnológica. En 2021 colaboraron con más de 1.200 empresas y de cara a 2024 sus objetivos son facturar 140 millones de euros, consolidar un equipo de 1.525 personas, crear una media de 5 startups al año y alcanzar unos ingresos por venta de propiedad intelectual de hasta 8 millones de euros

Su nuevo plan estratégico se marca unos ingresos de 140 millones de euros y consolidar un equipo de 1.525 personas en 2024. ¿Qué balance hacen del primer año del mismo?
La tendencia es positiva y al alza en cuanto a facturación, proyectos, en la colaboración con empresas, en el número de profesionales... Somos una herramienta al servicio de las empresas y de la sociedad. Sin duda, nuestro liderazgo y nuestros puntos fuertes pertenecen al ámbito de la colaboración y la confianza. De esta forma, hemos llegado a superar la colaboración con más de 1.200 empresas en 2021, el 73% de ellas, pymes. En cifras, en 2021 alcanzamos una facturación de 120 millones de euros, lo que supone casi un 5,63% más con respecto al ejercicio anterior y se traduce en la estabilización de la actividad postpandemia. Asimismo, aumentamos un 15% la actividad con empresas a lo largo del último ejercicio.

“El Polo Mubil y el aerotaxi son proyectos importantísimos pero estamos volcados en otras muchas iniciativas en los ámbitos de la fabricación inteligente, la transición energética, el ecosistema urbano o la salud personalizada”

¿En qué campo va a poner el foco a corto plazo?
El foco va a estar en nuestro impacto en el tejido industrial y en la sociedad. Tecnalia debe ayudar con su capacidad tecnológica a que las empresas integren nuevas tecnologías en sus procesos productivos, a crear nuevo tejido industrial mediante startups innovadoras y a que empresas que aún no innovan se unan a la rueda de la innovación. Por otro lado, debemos ayudar a construir una sociedad mejor, no solo logrando un alto impacto económico en nuestros clientes, sino creando puestos de trabajo y contribuyendo a un desarrollo sostenible medioambientalmente y equilibrado socialmente.

En el último tercio del año han presentado el espacio que tendrán en el Polo Mubil así como el primer vuelo libre de su prototipo de aerotaxi eVTOL. ¿Son sus ‘proyectos estrella’ o tienen más entre manos?
El Polo Mubil y el aerotaxi son proyectos importantísimos para nosotros, centrados principalmente en la movilidad sostenible, y con una gran visibilidad, pero estamos volcados en otros muchos. En cuanto a Fabricación Inteligente, destaca el despliegue de soluciones basadas en inteligencia artificial en entornos industriales, tanto desde la esfera del fabricante de máquinas y medios de producción en su evolución hacia la servitización de sus negocios, como en el desarrollo de soluciones de optimización de procesos y fábricas. En lo que a la Transición Energética se refiere, hemos puesto en marcha el mayor laboratorio flotante de ensayos para la industria offshore, que permitirá a las empresas predecir de modo fiable cómo van a comportarse los distintos sistemas a utilizar en un entorno marino, lo que contribuirá a alargar su vida útil y repercutirá en la seguridad de su uso. En el caso de Ecosistema Urbano, cabe señalar el proyecto Bizkaia Connected Corridor junto a la Diputación Foral de Bizkaia y la creación de sus carreteras inteligentes. En el ámbito de la Salud Personalizada, y gracias al trabajo conjunto con la Universidad del País Vasco, hemos puesto en marcha el primer laboratorio 4.0 de Euskadi para la industria farmacéutica, ubicado en el Parque Tecnológico de Álava. 

Construirán cuatro laboratorios en Mubil con una inversión de casi 10 millones de euros. ¿Cuál será su actividad, cuándo prevén arrancar y cuándo estar a pleno rendimiento?
La previsión es que los trabajos concluyan en el año 2025. La infraestructura contará con un espacio total aproximado de 8.000 m2, con cuatro laboratorios destinados a las siguientes funciones: un equipamiento singular para uso de hidrógeno para movilidad, único en Euskadi, coordinado con las capacidades de testeo de Mubil; otro centrado en la generación de hidrógeno, con equipamiento para desarrollo, fabricación y testeo de monoceldas y ‘stacks’ pequeños de diferentes tecnologías de electrólisis; un tercero centrado en almacenamiento, transporte y distribución, con equipamiento para testeo de materiales en contacto con hidrógeno gas o hidrógeno licuado; y el cuarto dedicado al desarrollo de tecnologías, aplicaciones y aeronaves relacionadas con la movilidad aérea urbana y la robótica aérea.

“Tecnalia debe ayudar a que las empresas integren nuevas tecnologías en sus procesos productivos, a crear nuevo tejido industrial mediante startups innovadoras y a que empresas que aún no innovan se unan a la rueda de la innovación”

Recientemente también presentaron el programa DeepTech4impact que persigue la aceleración de startups. ¿En qué consiste? ¿Cuál es el objetivo?
Nuestra aceleradora se dirige a startups deeptech, basadas en tecnologías sofisticadas, y se distingue, sobre todo, por la capacidad de desarrollo tecnológico que ofrece a los emprendedores. Nuestra apuesta es trabajar como parte del equipo de la startup, capitalizando nuestra aportación tecnológica en forma de inversión para desarrollar y llevar productos de alta tecnología al mercado. El objetivo es crear o impulsar cinco startups al año en 2024. Otra novedad es que DeepTech4Impact impulsará tecnológicamente a nuevas empresas a través de convocatorias temáticas como la fabricación inteligente, la transición energética, la movilidad sostenible, la salud personalizada, el ecosistema urbano y la economía circular. 

¿Por qué le dan tanta importancia a los ingresos venta de propiedad intelectual?
Porque forma parte de nuestro ADN. Convertir la I+D en impacto en el mercado mediante la gestión integral del ciclo de vida de desarrollos tecnológicos, la cual culmina en la creación de empresas de base tecnológica o la venta de propiedad industrial, es uno de nuestros objetivos. Además de ayudar a las empresas que ya existen tenemos el compromiso de crear nuevo tejido industrial. De esta forma, obtenemos resultados que generan impacto económico, y no hay mejor reflejo que cuando logramos valorizar nuestras tecnologías y convertirlas en inversión en I+D+i.  

¿Qué retos se marcan para un 2023 que se presenta rodeado de incertidumbre? 
2023 va a ser un año interesante. Afrontamos un año complejo, con incrementos de costes por la inflación que va a repercutir en nosotros, pero también estamos más preparados. Hemos hecho importantes inversiones en equipamiento en los últimos años, fruto del esfuerzo de las administraciones, en especial del Gobierno Vasco y ahora toca sacarles partido. Esperamos seguir creciendo en colaboración con nuestros clientes y en nuestra apuesta por la transferencia de Propiedad intelectual. Creemos que seguiremos en el camino de cumplir con los objetivos de nuestro Plan Estratégico: crecer de forma inteligente hasta alcanzar los 140 millones de euros en 2024, consolidar un equipo de 1.525 personas, crear una media de 5 startups al año y alcanzar unos ingresos por venta de propiedad intelectual de hasta 8 millones de euros. Un foco esencial va a ser la colaboración con otras entidades a través de un nuevo modelo de alianzas de impacto.

¿En qué ámbitos de la innovación, y por añadidura la innovación disruptiva, entienden que hay que poner el acento a corto plazo?
Centrándonos en las tendencias, la principal hoy en día si miramos al futuro es la transformación digital, con una expansión creciente de la inteligencia artificial, una mayor relevancia de la ciberseguridad y la entrada de la computación cuántica como tecnología emergente.
La transición energética será también un aspecto clave de futuro, con un cambio de modelo basado en la electrificación y el hidrógeno como vector relevante. Un aspecto a considerar será seguir adaptando nuestras fábricas a la entrada de nuevas tecnologías, como la robótica o la inteligencia artificial, para hacerlas cada día más inteligentes y eficientes.
Otras grandes tendencias que veremos cristalizar en el futuro serán una movilidad cada vez más sostenible, muy unida a la transición energética y la descarbonización, y una profunda transformación del entorno urbano alineada a las anteriores.
Finalmente, en el ámbito de la salud, la tendencia hacia una medicina de precisión, adaptada a la persona, que permita tratar a cada paciente de forma individualizada. Supondrá una revolución que generará muchas oportunidades para el entorno industrial.