El lehendakari visitó recientemente la planta productiva de cerveza de La Salve, que ya se encuentra el 40% de su rendimiento. Urkullu destacó el valor del proyecto que, por primera vez desde los años 80, ha hecho posible que Euskadi cuente con una cervecera de gran volumen y con planta productiva propia.

Inaugurada hace tres meses, la planta productiva de La Salve en Bilbao ha supuesto una inversión de dos millones de euros y tiene capacidad para producir 200.000 litros de cerveza al año, convirtiéndose en el mayor centro productivo de cerveza de Euskadi.
El lehendakari visitó la fábrica acompañado de la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno vasco, Arantxa Tapia; del viceconsejero de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria, Bittor Oroz, y del director de cervezas La Salve, Eduardo Saiz Lekue y de su socio, el director de la fábrica, Jon Ruiz Ibinarriaga, y del consejero delegado de Mahou San Miguel, Eduardo Petrossi.
Eduardo Saiz señaló que “somos una empresa comprometida con nuestro entorno, nuestra cerveza se elabora ya con ingredientes 100% locales y los resultados obtenidos hasta el momento nos animan a seguir en el camino que hemos iniciado y que nos llevará a copar el 10% de la cuota del mercado cervecero en Euskadi”.

Toda la cebada que La Salve utiliza procede de Álava, fruto de un acuerdo firmado en 2016 con Intermalta, principal proveedora de cebada en el Estado. Del mismo modo, en 2017 puso en marcha una iniciativa, junto a otros socios cerveceros locales, para recuperar las plantaciones de lúpulo en Euskadi. El primer ensayo de variedades de lúpulo está en una parcela de Berantevilla, Álava, y el objetivo es que el 100% del lúpulo utilizado por La Salve sea también local.
Por su parte, el lehendakari Iñigo Urkullu destacó “la capacidad emprendedora y la ilusión” que representa este proyecto” y subrayó que “es un ejemplo de la capacidad de dos personas que emprenden, invierten, arriesgan y contribuyen a generar oportunidades económicas y de empleo”.