La patente unificada europea ha entrado en vigor el pasado 1 de enero firmada por un total de 25 miembros, entre los que no se encuentran ni España ni Italia. Estos países no se sumaron a la patente unificada por no incluirse sus respectivos idiomas en las lenguas oficiales de dicha patente. La Oficina Europea de Patentes (EPO) será el organismo encargado de gestionar esta nueva patente, llevando a cabo tareas como recoger y administrar las cuotas de estas patentes, mantener un registro, etc.
El pasado 2013, la EPO celebró su 40 aniversario y su presidente, Benoit Battistelli, reivindicó que el trabajo que realizan con las patentes debería ser más conocido.
La patente europea surgió ante la dificultad de poder obtener derechos exclusivos sobre invenciones en diferentes países de la Unión Europea de una sola vez. Uno de sus problemas era el coste de la traducción. Tras un debate de 20 años, en 1973 se firmó una convención en Munich y nació la EPO.