El pasado mes de noviembre, el Parlamento Vasco aprobó la Ley 11/2023 de Movilidad Sostenible con el objetivo de reducir la huella de carbono. Con su aprobación, el Gobierno vasco busca potenciar la intermodalidad en el transporte de personas y de mercancías, a partir de una red de transporte público y de centros logísticos integrada y coordinada.
El documento recoge la opción de establecer medidas fiscales y financieras que desincentiven actividades que vayan contra la movilidad sostenible, con tasas y cánones, y abre la puerta a bonificaciones o exenciones para formas de transporte que no dañen el medio ambiente. Incluye la obligación de que los diferentes títulos de transporte que existen en Euskadi sean interoperables entre sí en el plazo de dos años y apuesta por un sistema tarifario único e integrado en toda Euskadi. Hace hincapié, a su vez, en fomentar la movilidad activa, a pie y en bicicleta, y plantea que los municipios deberán promoverla desde la planificación urbanística y el diseño de ciudades y pueblos.