La inversión extranjera en Euskadi batió todos los récords en 2022 y, con 5.510 millones de euros, incrementó en un 358% los 1.537 millones de 2021. Sólo Madrid supera en el Estado a la CAV en su capacidad para atraer inversores. 

La inversión en Euskadi está en un muy buen momento”, destacó Aitor Urzelai, director general de la SPRI, en la presentación de la quinta guía ‘Invertir en el País Vasco’ que, elaborada por Sayma Consultores, ha contado desde su nacimiento con el apoyo de la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial. “Creemos en el potencial de esta guía para que cada vez más proyectos puedan establecerse en Euskadi”, añadió Urzelai sobre una herramienta que, en palabras de Borja Hermida, responsable del Área Internacional de Sayma, pretende ser un documento  “práctico” que sirva de utilidad a “aquellas empresas que muestren interés de inversión en el País Vasco”. 

En 2022 se gestionaron 83 proyectos y los países que más invierten son EE.UU, Alemania, Francia y Reino Unido

En 2022 SPRI gestionó 83 proyectos, de los cuales 19 ya están implantados, que trajeron a Euskadi 5.515 millones de euros. Unos números, en opinión del director general de SPRI, que ratifican la “tendencia positiva” de los últimos años ya que ya en 2021, los 1.537 millones invertidos representaron un crecimiento del 75% respecto a 2020. Esta cifra récord permite al País Vasco dejar atrás a Catalunya y superar su tradicional tercer puesto en el ranking estatal de comunidades autónomas en capacidad para atraer inversores, sólo superada por Madrid. Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido son los principales países inversores en Euskadi.

Oportunidad inversora
Marco Donzelli, CEO de la red internacional de asesores de inversión, HLB, de la que forma parte Sayma Consultores, aseguró que el País Vasco representa una “gran oportunidad para los inversores por su “cultura industrial, la buena educación general de los profesionales y la cercanía de la administración”, a lo que Hermida añadió la “autonomía para gestionar sus impuestos” lo que permite incentivar la I+D o el emprendimiento desde el punto de vista fiscal. Todos pusieron en valor la apuesta de país por la innovación, la industria 4.0, los sectores como la biociencia, la mano de obra cualificada o el ecosistema industrial con alto valor tecnológico e incluso la calidad de vida como factores clave a la hora de atraer esa inversión que, en palabras de Urzelai, permita seguir “generando actividad económica y empleo de calidad en Euskadi”.