La enfermedad de la banda marrón, que desde 2018 ha golpeado fuerte a los bosques vizcaínos, ha visto reducida notablemente su incidencia con un total de 10.000 hectáreas afectadas, según datos aportados por la diputada de Medio Natural y Agricultura, Arantza Atutxa. En respuesta a una pregunta en un pleno de las Juntas Generales de Bizkaia, la responsable del departamento precisó que en los niveles 1 ,2 y 3 de impacto de la enfermedad, los más graves de los cinco existentes, se ha producido un descenso de las 18.668 hectáreas afectadas en 2018 a las 11.468 hectáreas que se han contabilizado este año. Lo que supone, según detalló “un 38,5% menos de afección".

Entre las medidas adoptadas por la Diputación para paliar la incidencia de esta enfermedad destaca el seguimiento realizado en colaboración con los propietarios y las asociaciones forestalistas, de la masas forestales del territorio.

Asimismo, se han llevado a cabo el control de esporas, un adelanto de la tala de árboles en zonas muy dañadas, así como la concesión de ayudas a propietarios y la realización de estudios sobre plantaciones resistentes. “A estas medidas se suma el uso de bioestimulantes para aumentar la resistencia de los árboles", apuntó Atutxa.

La diputada realizó un balance positivo sobre las actuaciones realizadas para reducir los efectos de esta enfermedad, si bien advirtió que la presencia de la banda marrón sigue muy extendida en Bizkaia y, en concreto, en las comarcas de Markina, Gernika y el Duranguesado. En esta linea, precisó que la proliferación de esta nociva enfermedad se debe a factores como los cambios de tiempo y los veranos húmedos. “Se ha producido un crecimiento de la enfermedad durante los meses de septiembre y octubre", detalló la diputada.