El Centro Vasco de Inteligencia Artificial, BAIC-Basque Artificial Intelligence Center, cuenta en la actualidad con 48 entidades que cubren la totalidad de los actores necesarios para el desarrollo e implantación de soluciones de inteligencia artificial (IA). En poco más de dos años desde su constitución ha desarrollado una intensa labor de divulgación teórica, pero sobre todo práctica, tal y como detalla su directora general, Laura Marrón, con el fin de llegar a todo el tejido empresarial, especialmente a las pymes.

¿Cuál es la tipología de socios de BAIC?
Contamos con las universidades vascas que se dedican a la investigación de nuevos modelos y a la formación de los profesionales del futuro; los centros científico-tecnológicos que se dedican a la transferencia tecnológica de la tecnología a las empresas; las empresas proveedoras de soluciones de IA que se dedican a desarrollar soluciones de IA, las empresas usuarias de IA que son las que utilizan IA en sus productos, procesos o servicios para mejorar su competitividad y eficiencia; y las administraciones públicas que ayudan a promover la implantación de la IA mediante ayudas específicas y que también hacen uso de ella. 

¿Van ‘calando’ las bondades de la inteligencia artificial entre las empresas vascas? 
Es una tecnología muy madura, con multitud de beneficios en distintos sectores como industria, salud, energía, retail o servicios y, sin embargo, está siendo un reto llegar a Pymes por el desconocimiento que existe en torno a la IA y por el ruido mediático que existe con la irrupción de la IA generativa. Sin embargo, mediante acciones divulgativas o nuestro catálogo de casos de uso, que incluye ejemplos reales del ecosistema de Euskadi que sirven de inspiración, cada vez más empresas descubren como poder implementar soluciones de IA que mejoren la eficiencia de sus organizaciones. Cada vez más empresas van conociendo las ventajas cuantitativas y cualitativas que estas tecnologías les ofrecen. 
¿Se ha concluido el mapeo de agentes que estaba realizando BAIC? ¿Cuál es la foto de Euskadi? 
En cuanto a la labor dentro del observatorio se ha priorizado el mapeo de la oferta formativa, ya que la demanda de capacidades y talento es un punto compartido por todo el ecosistema. Además, se ha realizado un mapeo de 700 agentes a través de los cuales estamos recogiendo los datos para el informe de IA en Euskadi, cuya información se empezará a liberar a primeros de 2024. 

¿E identificado proyectos tractores que puedan servir de referente para otras empresas? 
En cuanto a proyectos existentes, se ha recopilado un catálogo de casos de uso en formato texto y vídeo, que está sirviendo de referencia e inspiración. Además, en cuanto a ideación de nuevos proyectos innovadores, BAIC ha dinamizado eventos de ideación de proyectos tractores con el ecosistema. Actualmente se han identificado seis entornos de oportunidad, como el vehículo autónomo, de los cuales se han ideado 11 retos empresariales y 18 casos de uso de IA. Finalmente se han concretado nueve proyectos tractores de nuestros socios y dos iniciativas relacionadas con IA generativa y espacios de datos que serán traccionadas desde BAIC. 

¿Qué próximas actuaciones prevé BAIC para su fomento?
Desde BAIC continuaremos con las sesiones de IA Aplicada para la sensibilización de las empresas en las cuales les damos pautas para identificar casos de uso de IA que solucionen problemas reales de su organización. Ademas, vamos a fortalecer la colaboración con Clusters o asociaciones, de manera que el conocimiento de cómo aplicar IA siga penetrando en los distintos sectores. Estamos comenzando a organizar el que será el Congreso de IA aplicada de Euskadi en el cual podremos conocer todas las novedades de como se esta aplicando la IA en nuestro ecosistema. También tenemos prevista la realización de nuevas ediciones del Dataton, un evento que tuvo mucho éxito y que supuso en muchos casos que empresas que no habían implementado IA en sus organizaciones tuvieran una primera toma de contacto de la mano de un partner tecnológico. De esta manera, durante tres días trabajan codo con codo en desarrollar una prueba de concepto que solucione problemas reales. 

La Ley de inteligencia artificial que se prevé que Europa apruebe en breve ¿qué repercusión tendrá sobre las empresas y la sociedad vasca? 
Estamos haciendo un seguimiento estrecho del proceso de negociación de la futura ley europea para poder ayudar al ecosistema de Euskadi a dar los pasos que nos permitan cumplirla. Además, estamos ultimando la elaboración de un código ético para el desarrollo, implementación y uso de la IA en la industria, que sirve para que el ecosistema tome conciencia en la importancia de tener una IA segura y confiable. 

 ¿Qué próximos objetivos y retos se marca BAIC? 
BAIC seguirá dinamizando el ecosistema para acelerar la implantación de la IA en la industria vasca. Mantenemos las líneas de acción que nos permitan activar este objetivo. Se consolida el observatorio, donde se irán liberando informes que ayuden a conocer nuestras capacidades y necesidades de desarrollo; se aumenta el contenido de capacidades y talento, dando acceso a oportunidades formativas que permitan abordar estos retos. También colaboraremos en estrategia del dato, consolidando una base tecnológica en Euskadi en el ámbito de espacios de datos y seguiremos dando un gran peso a proyectos, con experiencias de aceleración e ideación que creen un laboratorio de experimentación en Euskadi, posicionando y sensibilizando para acercar este conjunto de tecnologías a nuestra empresa y sociedad. Porque sólo podemos utilizar bien aquello que conocemos. 

LA MOCHILA

1. Equipo multidisciplinar. En la innovación en IA es crucial contar con un equipo diverso donde tecnología y negocio se entiendan.

2. Datos de calidad y herramientas. Los datos son el núcleo de cualquier proyecto de IA.

3. Y adaptabilidad, o mentalidad de prueba y error. La innovación en IA está llena de incertidumbres y desa-fíos inesperados. Es importante fomentar una cultura que valore la experimentación y el aprendizaje continuo, y que esté dispuesta a pivotar o cambiar de enfoque cuando sea necesario.