Para aumentar la competitividad y la capacidad innovadora de las organizaciones, cuyo valor diferencial reside en las personas, conviene alimentar su potencial creativo, cognitivo, relacional y emocional. Así se puso de manifiesto durante la jornada ‘Innovando con la gestión de las emociones’, organizada por el Consorcio de Inteligencia Emocional e Innobasque en colaboración con el Ayuntamiento de Vitoria Gasteiz, en la que se presentaron seis casos de éxito vascos en materia de gestión emocional.
El Consorcio de Inteligencia Emocional, organización nacida en el seno de Innobasque pero independiente en la actualidad, explicó que para desarrollar competencias socioemocionales que contribuyan a la transformación de las personas y sus entornos es necesario dotarse de lo que denominan TEC (tecnologías de la emoción y la cooperación).

Seis casos de éxito
Se trata de herramientas, dinámicas y metodologías que favorecen el conocimiento, entrenamiento emocional y competencias socioemocionales para el desarrollo personal y profesional, la innovación, la transformación y el trabajo en equipo.
De ellas se han servido las seis organizaciones que han aplicado con éxito la inteligencia emocional: la policía local de Vitoria-Gasteiz, la Clínica La Asunción, Gorabide, Lauaxeta Ikastola, la Universidad de Deusto y Banpro.