El sistema vasco de Formación Profesional ha sabido adaptarse y dar respuesta a las necesidades de la empresa vasca durante la complicada situación generada por el covid, que en muchos casos ha acelerado la transformación digital de los procesos productivos, lo que ha obligado a la FP vasca a intensificar su actuación en ese ámbito.
A través del V Plan vasco de FP, la Formación Profesional vasca trata de dar respuesta a los retos presentes y futuros que plantea el avance de la 4ª Revolución Industrial, donde la capacidad de anticipación resulta decisivo. Detectar las nuevas capacidades profesionales avanzadas que requiere esta revolución y los empleos que con ella están surgiendo, es uno de sus grandes retos. Se trata, en definitiva, de adecuarse a los nuevos tiempos y detectar las necesidades formativas, antes de que las personas lleguen a los puestos de trabajo. Competencias y cualificaciones profesionales que logren hacer frente a las nuevas necesidades de empleabilidad de las personas y de competitividad de las empresas.
Como recordaba Julen Elgeta, presidente de la Asociación de Centros de Formación Profesional de Iniciativa Social de Euskadi (Hetel), el País Vasco necesita alumnado de Formación Profesional, principalmente en las ramas industriales, porque no se llega a cubrir la demanda empresarial cuando, sin embargo, su inserción laboral ronda el 100%. Esta necesidad de técnicos cualificados de las empresas industriales está llevando a promover de manera especial la matriculación de las mujeres en estas ramas y ciclos de la FP.
Con la innovación
Al hilo de esto, en una reciente reunión convocada por Confebask entre representantes de empresas vascas y el departamento de Educación del Gobierno vasco, para analizar el momento actual y perspectivas de la FP en Euskadi y su relación con el sector industrial, el viceconsejero Jorge Arévalo mostró la disposición de los centros educativos a trabajar ‘en red’ –de forma estrecha y colaborativa- con las empresas, para aprovechar todo tipo de sinergias que redunden en la mejora del aprendizaje –cualificación y recualificación- así como en la competitividad de las compañías. Una colaboración que por lo además es ya tradicional en la relación entre Confebask y la propia Viceconsejería de FP.
En esa reunión, Arévalo anunció la creación de los denominados ‘facilitadores de innovación’ dentro de los propios centros educativos de FP, que mantendrán una estrecha relación con las empresas de su entorno para colaborar específicamente en ese campo. Las empresas, por su parte, mostraron su disposición a involucrarse en el desarrollo de la FP vasca y en sus relaciones con los centros, al entender que las pymes necesitan una atención especial para evitar quedar descolgadas.
De la mano de la innovación camina el Centro de Investigación e Innovación Aplicada de la FP de Euskadi –Tknika-, inmerso en los últimos meses en el desarrollo de diversos equipos de protección frente al covid-19 dirigidos al personal sanitario. En sus distintos talleres y áreas se desarrollan proyectos de innovación relacionados con los ámbitos tecnológicos, formativos y de gestión que más adelante acabarán trasladándose a los centros de Formación Profesional del País Vasco.