“La construcción avanza hacia una industria sostenible con la digitalización como aliado clave”

Laura Gil, directora de Construcción de Altuna y Uria

Laura Gil, directora de Construcción de Altuna y Uria. Foto: Construcciones Altuna y Uria.

La crisis de las materias primas y de la logística generada tras la pandemia y que se agravó con la guerra son problemas que han venido para quedarse, derivando, tanto en nuestra industria como en otros sectores, en falta de mano de obra, reducción de márgenes y una urgente necesidad de lanzar procesos de innovación e incorporar tecnología para poder hacer frente a todos estos obstáculos y desafíos. Es la radiografía que, desde su amplio conocimiento, realiza Laura Gil, directora de Construcción de Altuna y Uria, para ESTRATEGIA EMPRESARIAL. 

En primer lugar, ¿qué representa la construcción en la economía vasca? 
Es una industria clave en Euskadi porque comprende una cadena de valor, con un gran impacto en nuestro entorno. En 2023, alcanzó una facturación de 10.700 millones de euros, representando el 13% del PIB de Euskadi.

Altuna y Uria es todo un referente del sector. ¿Cuál es la vertiente en la que se apoya su actividad en la actualidad?
En Altuna y Uria tenemos una trayectoria de más de 50 años y nuestro sello está allí donde mires, en las obras emblemáticas de Euskadi y en aquellas que han transformado el entorno vasco. Trabajamos en dos líneas principales, obra civil y edificación, y completamos nuestras capacidades para la construcción mediante la especialización en obras subterráneas, suministro de materiales, maquinaria para la construcción, excavación e ingeniería, obras de rehabilitación o la promoción inmobiliaria.

Pónganos ejemplos.
En obra civil, nos dedicamos a la construcción de infraestructuras, como carreteras, puentes, urbanizaciones o túneles, como la autovía del Segundo Cinturón de San Sebastián, el viaducto de Sagar en la AP1, varios tramos de Metro Bilbao y del de Donostialdea. Por su parte, en edificaciones, abordamos tanto singular, donde podemos destacar el palacio de congresos Kursaal, el Museo de Balenciaga, el Hospital de Uribe Kosta, la ampliación del Hospital de Txagorritxu y la remodelación de los estadios de San Mamés y Anoeta, como residencial, donde de la mano de la promotora del grupo, Loiola, ya hemos puesto en marcha más de 5.000 viviendas y arrancaremos próximamente con las promociones en la isla de Zorrotzaurre en Bilbao. Además, a lo largo de estas décadas, la innovación y el compromiso con la calidad han sido nuestras señas de identidad, que ahora reforzamos con el uso de nuevas tecnologías y la apuesta por la sostenibilidad. 

Hablemos de desafíos. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta el sector en Euskadi?
La construcción atraviesa su propia transición hacia una industria sostenible, con la digitalización como aliado clave. La innovación sostenible y digitalización son un binomio estratégico para la competitividad y desarrollo futuro del sector. En materia de sostenibilidad, un ámbito clave, tenemos que potenciar la reutilización de materiales y generar soluciones que favorezcan la economía circular. En definitiva, la implantación de nuevas tecnologías es la llave para mejorar la productividad, la eficiencia y crear un sector atractivo, que nos lleva al otro gran reto de esta industria, que es el de la captación de talento.

Se necesitan trabajadores cualificados y mano de obra. ¿Dónde está la solución?
Como decíamos, el sector de la construcción se encuentra en plena transición para convertirse en una industria sostenible, con la digitalización como aliado clave. Es un proceso absolutamente necesario para garantizar su competitividad y desarrollo futuro, y al mismo tiempo para convertirlo en un sector atractivo para el talento. Vivimos en un territorio con mucha presencia de empresas industriales, que tienen un atractivo mayor. Las empresas del sector, y también las instituciones públicas, tenemos que hacer un esfuerzo por hacer el sector interesante para los profesionales, mostrarles que es una industria en la que crecer y en la que hay grandes oportunidades. Debemos también colaborar para que las universidades y los centros de formación ofrezcan alternativas de calidad que favorezcan que las nuevas generaciones apuesten por estudios relacionados con la construcción.

"El sello de Altuna y Uria está allí donde mires en Euskadi, tanto en las obras emblemáticas como en aquellas que han transformado el entorno vasco"

La industrialización, la digitalización... ¿representan una oportunidad para el sector?
Es una oportunidad y una necesidad. Estamos obligados a reinventarnos y a buscar soluciones para industrializar el sector y mejorar el resultado final, siendo más eficientes y optimizando procesos. Las tecnologías están avanzando y nosotros tenemos que avanzar con ellas. Y creo que para lograrlo es fundamental que se analice la industrialización de la construcción desde una óptica transversal, es decir, industrializar todo el proceso con la colaboración entre los distintos agentes y toda la cadena de valor. Antes la construcción se entendía cada parte por separado y ahora somos conscientes de que hay que abordar el proceso en su conjunto y en el que todos los implicados debemos sentarnos en la misma mesa para trabajar en la misma dirección.

¿Cómo ha llevado Altuna y Uria el proceso de transformación hacia las nuevas tecnologías?
El primer paso está en las personas, y es un proceso que estamos llevando a cabo poco a poco en toda la organización, y que parte como estrategia desde todos los polos de decisión de la empresa. Así, contamos con un departamento propio de innovación, que nos guía en este camino, para el desarrollo y puesta en marcha de nuevas iniciativas tecnológicas. Las nuevas herramientas de digitalización son un pilar clave en la construcción industrializada, por ello, nosotros estamos trabajando ya en la creación de gemelos digitales para mejorar la gestión y mantenimiento de las obras. Así, mediante la realidad virtual y la realidad aumentada podemos anticiparnos a los problemas desde el entorno digital, antes de que surja en el entorno real.

Y la tan nombrada IA, ¿qué puede aportar al sector? 
La IA es la tecnología que mayor impacto tendrá en el mundo empresarial y es fundamental en la gestión y análisis de los datos y en la obtención de proyecciones a futuro. Es decir, la inteligencia artificial puede ayudarnos a tomar hoy mejores decisiones para tener un futuro de éxito, con productos de máxima calidad, cero defectos, con mayor eficiencia y productividad.

¿Puede abrir nuevas vías de negocio al sector?
Sí, sin duda, ya está sucediendo. Las empresas estamos generando nuestras propias herramientas, que se pueden materializar además en patentes, nuevas empresas… El alcance de las nuevas tecnologías en la construcción es algo que aún estamos experimentando y cuyo auténtico potencial descubriremos según vayamos avanzando, pero de lo que no cabe duda es de que el camino será apasionante. 

Presencia de la mujer

Su condición de directora de Construcción en Altuna y Uria deja ver la transformación que la firma vasca está liderando para romper la brecha de género que durante décadas ha existido en este sector y que, como admite Gil, “hay sectores más tradicionales en los que esta transformación es más lenta, y uno de ellos es el de la construcción”. Debido a ello, añade, “para mí es un orgullo formar parte de proyectos como el de Altuna y Uria, una empresa histórica en la que la mitad de su equipo directivo son mujeres, conmigo al frente en la constructora y con otra mujer, María Uria, como presidenta del grupo”. Si bien reconoce que no es lo frecuente, “empresas como la nuestra, con un equipo profesional, igualitario y formado que sigue creciendo, demuestran que es el camino a seguir”. Por ello, añade, “cada vez hay más mujeres en esta industria, tanto a nivel directivo como técnico, y debemos visibilizarlo, para servir como ejemplo y motivación para las nuevas generaciones”, al tiempo que concluye afirmando que las mujeres tienen que ver que es un sector con un gran recorrido.

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