Tras cerrar 2022 con la mejor marca de inicio de promociones en una década entera, Euskadi trabaja para dar un nuevo impulso a la creación de más vivienda protegida. En este sentido, incrementará en un 40% la oferta creada en la anterior legislatura a través de la movilización de suelos públicos y privados, para lo que creará 7.000 nuevas viviendas de alquiler protegido.

El 50% de este futuro parque residencial estará reservado para jóvenes menores de 36 años, según indica el Gobierno vasco. De esas 7.000 viviendas, 3.000 serían nuevos pisos construidos por Visesa; 500 se comprarían en el mercado privado; 600 serían captadas por Bizigune, y 2.900 serían construidas por promotores privados para destinarlas también a alquiler protegido. El objetivo es alcanzar las 50.000 viviendas en el año 2035.

El Ejecutivo vasco repartirá su oferta por las tres capitales, de tal manera que en Vitoria-Gasteiz prevé que se construyan 960 viviendas protegidas, en el barrio de Salburua. Asimismo, está contemplada la rehabilitación de 62 viviendas en diversas áreas de la capital alavesa. En Bilbao, la idea es desarrollar más de 1.500 viviendas protegidas. Ya se han programado 104 en Otxarkoaga, Miribilla y Bilbao la Vieja. Además, se aspira a multiplicar la oferta en Donostia, con la construcción de entre 400 y 500 viviendas (el 100% protegidas) en la Playa de Vías de Easo como proyecto más ambicioso de la capital guipuzcoana.

Sector privado sostenible En el sector privado, por su parte, prevalecen los criterios sostenibles para hacer de la construcción una industria eficiente. Por ejemplo,  ACR está construyendo el edificio industrializado híbrido más grande de España -y segundo de Europa- en el distrito madrileño de Valdebebas. La firma ha empezado con el montaje. Su sistema, híbrido de madera y hormigón, hace que los plazos de obra se reduzcan hasta en cinco meses con respecto a una construcción tradicional.