Al cumplirse 1.000 días de gobierno, el lehendakari Urkullu hizo un balance del trabajo que ha realizado el Ejecutivo, subrayando un buen número de avances y presentando los retos que Euskadi tiene de aquí al año 2020.

Un un acto desarrollado en Lehendakaritza, coincidiendo con los 1.000 días transcurridos de la presentación del Programa de Gobierno –en abril de 2013–, el lehendakari, Iñigo Urkullu, aseguró que “hemos cumplido la palabra dada”. Ante más de 200 personas que ocupan cargos públicos en la Administración Pública Vasca, Urkullu repasó las iniciativas llevadas a cabo por el Ejecutivo autónomo, afirmando que 629 iniciativas comprometidas están en marcha y el 100% de los planes estratégicos en ejecución.
El lehendakari coincidió en que los objetivos de déficit se han cumplido, que las políticas sociales están garantizadas y que Euskadi está en la senda del crecimiento de la economía y el empleo. Concretamente, Urkullu resaltó el rigor en la gestión de los recursos públicos (reducción del 20% de departamentos y cargos públicos, control del gasto corriente, reducción del déficit público y sostenibilidad presupuestaria), la transparencia con la ciudadanía, el compromiso con las personas (dedicando tres de cada cuatro euros a las políticas sociales),y el compromiso con la reactivación económica y el empleo. En este ámbito, Urkullu destacó los 6.475 millones del Programa Marco de Reactivación, la estrategia de Especialización Inteligente ‘RIS 3 Euskadi’ y los 11.100 millones de recursos público-privados dedicados a la innovación hasta el año 2020.

Tras repasar los tres años de gobierno, el lehendakari señaló que el Ejecutivo vasco tiene la mirada puesta en el futuro y, en este sentido, explicó seis retos para la Euskadi del año 2020: tener una tasa de paro inferior al 10% y un PIB superior al 125% de la media europea; lograr que el fracaso escolar esté por debajo del 8%; aprobar un nuevo estatus político vasco; desarrollar el proyecto Euskadi Basque Country; y, en el ámbito de paz y convivencia, el desarme definitivo de ETA, la memoria histórica y el encuentro social.