En la reunión del Ejecutivo vasco y con las diputaciones de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, que anunció el lehendakari al presentar el Programa Berpiztu, las instituciones autonómica y forales realizaron un diagnóstico compartido sobre la situación actual de crisis causada por el coronavirus y acordaron las bases para ofrecer una respuesta global y coordinada a la misma. En el encuentro, presidido por Iñigo Urkullu, los representantes del Gobierno y los tres diputados generales suscribieron el ‘Compromiso por la Reactivación Económica y el Empleo’, abierto a la participación del resto de agentes públicos y privados de Euskadi.
Un documento que se sustenta en 10 bases y expresa el “compromiso de reconstrucción económica y social integrado en una estrategia de País, alineada con los Objetivos de Desarrollo Humano Sostenible (…), alineado con el Fondo de Recuperación Europeo Next Generation EU (…) y con una sólida base de partida, gracias a las fortalezas que hemos venido construyendo durante las últimas décadas: Autogobierno y Concierto Económico”. De esta manera, las instituciones vascas quieren dar “una respuesta global que priorice el empleo” y disponer de una “palanca de transformación” para afrontar las transiciones tecnológico-digital, energético-climática y sanitaria y social.

Con el objetivo de recuperar todo el empleo perdido durante la crisis, el Ejecutivo y los gobiernos forales se basan en los dos grandes ejes de actuación de Berpiztu –la reactivación económica y la creación de puestos de trabajo– y un área transversal: la mejora de la calidad del empleo.
Además, dado el impacto negativo de la crisis en la caída de la recaudación, las instituciones pondrán en marcha “las medidas financieras precisas que nos permitan dar respuesta a los programas y ejes de actuación orientados a la creación de empleo y la recuperación económica”, combinando los ingresos fiscales ordinarios con el nivel de endeudamiento “necesario y responsable” acordado en el seno de la Comisión Mixta del Concierto Económico.